CAPÍTULO 14: ESTE MAESTRO SE ENAMORA DE...

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Era lo único que tenía, era lo único que le quedaba y Shen Yuan jamás fue conocido por dejarse llevar por las tristezas de su corazón.

Ese no era el hijo de Feng Hexie.

Porque tal como decía el nombre de su madre, Shen Yuan, ahora Shen Qingqiu debía buscar su propia armonía.

Sin hacer nada más que mirar el mural sobre el techo en donde miles de estrellas yacían pintadas en oro, Shen Qingqiu dejo unas últimas palabras a su pasado.

"No te preocupes por mí, mamá, estaré bien. Te prometo que esta vez sí buscaré estar bien"

Tomando valor de enfrentar su futuro, Shen Qingqiu se animó nuevamente, una sonrisa posada sobre sus labios se desvaneció cuando salió del templo, pero aun yacía plasmada en su corazón cuando se encontró con la vista de la espalda del paciente Luo Binghe.

Sus pasos se detuvieron en ese momento.

Sus ojos miraron con atención a ese joven y se preguntó si su obsesión por querer ser un padre para Luo Binghe tenía que ver con todo lo que implicó ser hijo de Shen Wang.

Shen Qingqiu negó, este no era el momento para que el villano escoria tuviera un triste y melancólico flashback innecesario en la historia del verdadero protagonista.

Shen Qingqiu debía dejar atrás sus sentimientos del pasado y volver al escenario como lo que era en realidad.

Un personaje más de esta historia que le pertenecía únicamente a Luo Binghe.

El sonido del ligero golpe del abanico abriéndose fue lo primero que llamó la atención del joven alfa.

Sin poder evitarlo su figura giró lentamente encontrándose con la hermosa imagen de Shizun de pie frente al templo. Sus hermosos ojos verdes le miraban seriamente, siendo esas preciosas esmeraldas lo único que podía mirarse del rostro que ya había sido cubierto por aquel bonito abanico con pinturas de bambú.

El delicado delineado rojo en los párpados bajos, las espesas pestañas de aquellos ojos con la forma de los ojos de un zorro, el bindi rojo que decoraba su frente.

Era una vista hermosa sin dudar, algo que iba más allá de Luo Binghe en múltiples sentidos y su juventud e ignorancia sobre ello hacía que fuera mucho más difícil explicar los sentimientos dentro de su corazón por esa persona.

Como si temiera que su simple presencia tan cercana a esa persona afectara un poco la belleza frente a él, Luo Binghe caminó deteniéndose a una distancia prudente y habló.

―Shizun... ¿todo está bien?

Acabo de tener un viaje al pasado, una crisis existencial. Me despedí para siempre de mi madre y temó lastimarte como mi padre hizo conmigo, pero todo está bien. Gracias por preguntar.

Naturalmente no le podía decir eso.

―Hmn, todo está bien. Este solo estaba admirando el arte de este templo.

―Oh.

Tomando un gran suspiro, Shen Qingqiu decidió preguntar.

―Binghe, ¿te gustaría mirar Meishan Yu con este maestro?

Por un momento Luo Binghe miró a la persona que ya había cubierto su rostro tras su abanico. Los ojos verdes miraban el horizonte y el rostro de Luo Binghe se dotó de color ante aquellas palabras, su corazón latió desbocado y algo dentro de él se llenó de una sensación cálida desconocida.

De todas las personas a las que pudo ofrecerles tal honor... ¿Estaba de verdad invitando a Luo Binghe?

―Sí, Shizun, para este discípulo sería un honor.

El Omega y el Emperador: El Gran Omega Inmortal(Fanfic BingQiu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora