Nueva York y tú 🌙✨

Olivia✨

El día veinticuatro llegó, y con él la vuelta a clase.
Mi host sister, Elinor, vino a despertarme a las seis y cuarto de la mañana para desayunar. Cuando fui al comedor me encontré con la mesa del dining room llena de comida. Había leche, tres tipos de zumo, tostadas, mermelada de fresa y melocotón, huevos fritos... Y lo que más me sorprendió, gofres y crepes. Me encantaba aquel fantástico desayuno. Había una mezcla perfecta de olores, la masa de gofres y crepes recién hechos, las tostadas recién salidas de la tostadora, y un ligero aroma al café que se estaba tomando Harry, mi host father. Comencé a desayunar como si estuviese en un buffet, y cuando terminé fui al baño a lavarme los dientes. Me vestí bien para mi primer día de clase, y me di un toque con la máscara de pestañas. Tan solo veinticinco minutos después de desayunar, entró Elinor al baño metiéndome prisa, porque el autobús debía estar por llegar. A las siete y cinco pasó el autobús que nos llevaría al instituto, pero antes de montar en el, Juliette, mi host mum, nos dio a ambas una fiambrera y una botella de agua, para tener algo de alimento en el recreo. Por suerte para mi, Elinor y yo íbamos a la misma clase, y podría orientarme.

El instituto era igual que en las películas, los pasillos llenos de taquillas, con alguna fuente, y esas encantadoras clases que por la tarde pasarían a ser salas de reuniones para formar los clubs. Los clubs consisten en reuniones de personas para hablar y colaborar con cosas que les gustan. Hay club de ciencias, animales, tecnología, literatura... Como es necesario entrar mínimo en uno, para poder conseguir puntos y que el acceso a la universidad sea más fácil, yo me apunté a dos, el club de lectura y escritura, y mi favorito, el club de teatro; donde nos reuniríamos principalmente las personas que, queremos dedicarnos al mundo del cine, teatro o baile. Por si no lo sabíais, cuando crezca quiero ser actriz o escritora, es el sueño de mi vida.
Entramos a clase y nos estaba esperando nuestra nueva tutora, Shelby. Pasó lista y fue comprobando que las asignaturas que habíamos elegido eran las correctas, puesto que aquí no hay ninguna rama, ni ciencias, ni humanidades, ni artes... En este estado eliges once asignaturas que quieras y puedas pensar que te van a facilitar la entrada a la universidad.

*en inglés*
-A ver, veamos... África Vildá Yunta?? Dijo la profesora buscando con la mirada alguna mano levantada.

-Si, soy yo. Confirmé levantando la mano.

-Bien, veamos, aquí pone que tus asignaturas son: literatura americana, historia, latín, psicología, astronomía, lengua americana, aritmética dentro del área de matemáticas, segundo idioma castellano, ciencias naturales, educación física y artes escénicas. Es correcto??
-Si. asentí
-Bien, siguiente, ¿Michel?...
Efectivamente, había hecho una mezcla mixta de todas las asignaturas, historia con matemáticas, artes escénicas con psicología, latín con astronomía... Pero es que me parece tan guay poder crear tu propia rama de estudios con las asignaturas que más te gustan... Es sencillamente maravilloso. Tras esa clase, que fue de siete y veinte a ocho y diez, a primera hora, de dirigí a ver durante los diez minutos libres que tenemos entre clase y clase, con que personas me había tocado en las optativas .

    - Artes escénicas
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          - Adolf Petterson
          - Amelia Brown
          - Rain Jonson
          - Olivia García

Espera, ¿Olivia Garcia? Ese nombre a parte de ser muy español, lo había oído antes. Y tras pensar un rato me acordé, leí ese nombre en la lista del club de teatro. Qué raro, el resto de nombres solo los vi en una lista, pero parece que ella es como yo, porque tras revisar todas las listas de las optativas, comprobé que compartíamos ocho de las once asignaturas que tenemos. Es curioso, tenía que conocer a esta chica.
Durante el recreo me quedé sentada en un lado del patio. Elinor se había marchado con sus amigas porque yo he salido un poco más tarde tras haberme quedado a preguntar una duda, y no lograba localizarla. Sentada en un escalón de las escaleras que había a la izquierda del polideportivo, comencé a comer el almuerzo que mi host mum me había preparado, y empecé a ver un capítulo de "aquí no hay quien viva" mi serie favorita. Empecé a ver la serie porque sino me aburriría demasiado, eran 40 minutos de recreo.

  -Aquí no hay quien viva, mola, me alegro de conocer a otra española, hablar siempre en inglés me angustia un poco. Dijo una chica morena que se había acercado a mi.

La miré extrañada, pero no porque me hubiese hablado, sino porque no esperaba estar acompañada ese recreo, y menos de una chica así, con tan buenas vibras.

-¿Puedo sentarme? Preguntó.
-Claro. Respondí.
-Soy Olivia, Olivia García, pero puedes llamarme Oli.
No podía creerlo, sin quererlo ni intentarlo, había conocido a mi famosa compañera.
-África , Africa Vildá, encantada Oli. Sonreí.
-No me digas que tú eres Afri, he revisado las listas y vamos juntas en casi todas las clases, ¡Es genial!
-¡Sí! Yo también he mirado las listas, y la verdad... Quería conocerte, también vamos juntas al club de teatro. Dije apagando el móvil.
-Que guay, una amiga, y además española, doy las gracias a los creadores de la serie y a ti por ponerla en el recreo. Si no hubiese escuchado la voz de la hierbas, no me habría acercado a comprobar que eras de España. Dijo tímidamente.
-Pues menos mal que me ha dado por poner la serie, es que iba a ir con mi host sister y sus amigas, pero las he perdido. Dije un poco a disgusto.
-Pues no te preocupes, que ya estoy yo aquí para animarte el patio. Añadió soltando una carcajada.

Olivia y yo estuvimos hablando los veinticinco minutos que quedaban de patio. Me estuvo contando más acerca de ella, y yo le conté cosas sobre mi. Finalmente quedamos para que viniera a mi casa aquella tarde, y así nos pudiéramos conocer mejor.
Verdaderamente me dio muy buenas vibras. Era morena, de ojos oscuros, y me fijé en el detalle de sus cinco pulseras. Una feminista, otra con la bandera de la segunda república española, la tercera era una lgtb, la siguiente una en la que ponía Barcelona, y la última la llevaba desde que fue a un festival de música en Julio. Por como hablaba, decidida y firme y sus pulseras, se ve que tiene los ideales muy claros, y además, idénticos a los míos. Durante la siguiente clase, historia, no podíamos dejar de mirarnos y reír por pequeñas cosas que a nosotras nos resultaban graciosas, como que todo el mundo estaba con su móvil y los AirPods, sin prestar atención a la clase. Lo curioso de todo esto es que el profesor no decía nada, y continuaba explicando como si alguien le hiciese caso. A la salida Olivia y yo nos despedimos, y cuando iba en el bus de camino a casa, le mandé la ubicación de mi nuevo hogar para poder quedar por la tarde. El primer día no fue tan mal a pesar de ir un poco perdida. Me lo había pasado muy bien, y ya tenía una amiga.