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Habían pasado ya un par de días desde que Zenitsu vio a la criatura mitológica, se propuso la meta de poder encontrarla y conocerla mejor.

Estudiando y leyendo todo lo que encontraba sobre las sirenas, preguntándole a viejos pescadores e investigando todo lo que fuera necesario.

Se dio cuenta de que las sirenas eran criaturas fantásticas y hermosas, habían muchos datos curiosos y creencias sobre ellas; no eran solo un humano con cola de pez, no, ¡eran más que eso!.

No sabía porque no se había puesto a buscar más sobre ellas antes, ¡estaba tan impresionado!.

——Las sirenas son capaces de enamorar y controlar a cualquier con su melodiosa voz... ——murmuro mientras leía el articulo numero ochenta y siete que había encontrado en internet respecto al tema, hizo una mueca y despego su vista del celular. ——¡Eso ya lo se! Lo e visto en los últimos setenta y nueve artículos que leí...

Dejo su celular en su cama y se levantó, acercándose a su escritorio, el cual, era un desastre. Las hojas estaban esparcidas sobre él, una parte tenían plasmado el dibujo de la chica que había visto ese día en el mar, los dibujos solo tenia de la parte de arriba, la otra eran bocetos sobre colas de sirenas y varios apuntes sobre ellas.

Comenzó a ordenar con sumo cuidado, no queriendo dañar ninguno de sus dibujos. Muchos podrían decir que ya se había obsesionado con el tema, y en parte, era cierto -aunque no le gustara admitirlo-

Su abuelo ya lo había comparado con el viejo loco que vivía a las orillas del mar, obsesionado con las sirenas tanto como el, jurando a gritos haber visto a una y haberle causado una profunda cicatriz; llevaba a todos lados un ojo, putrefacto y en mal estado, el juraba que era de ella.

Zenitsu se había ofendido con la comparación, ya que el no estaba tan loco como ese viejo y tampoco es que estuviera tan obsesionado con las criaturas mitológicas, solo era... ¿Curiosidad?.

Si, solo era curiosidad.

(...)

¡Esta prohibido salir a la superficie y más si vas sola. Los humanos son seres que temen a todo que sea diferente a lo que ellos conocen, al verte, no lo pensarían ni una ni dos veces! ¡Te matarían al instante!.

Aquel ojo carmesí le veía con seriedad, el ceño fruncido y una mueca de enojo dibujada en su rostro.

Nezuko se encogió de hombros, murmurando por lo bajo miles de disculpas por haber tocado el tema de los humanos.

——Tanjiro, amor, cálmate ——la mujer de cabellos negros trato de calmarlo, acariciando su único brazo. ——Ella solo hizo una pregunta.

——¡Y yo se la estoy respondiendo!.

Suspiro pesadamente, podía sentir las miradas de sus hermanas encima suyo y podía escucharlas murmurar.

——Perdón por eso, papá... ——dijo en voz baja, casi audible. ——Prometo no volver a hablar sobre el tema...

Luego de decir eso, se dio la vuelta y se fue de ahí nadando del castillo lo más rápido que pudo.

No sabia en que estaba pensando cuando decidió preguntarle a su padre al respecto, sabia como se ponía respecto al tema y ya sabia cual seria su respuesta, pero aun así, creyó que seria una buena idea preguntarle.

Bien, un regaño más añadido a su lista.

Llego al mismo claro de la otra vez, sintió sus ojos picar, iba a llorar.

No sabía porque él era así con ella, a sus otras hermanas le había dado más libertad que a ella, tanto como a Aoi, Kanae y Shinobu les había dado la oportunidad de salir a la superficie -aunque solo fueron miseros segundos-.

¿Y ella que? ¡También tenia derecho de salir y conocer más que el fondo del mar!.

——¡No es justo!.

Grito, espantando a algunos peces que estaban cerca.

——No es justo...

(...)

Dedicado a: Rafaviles123

Perdón por no haberte dado un regalo de cumpleaños aceptable, toma esta actualización en su lugar, espero te guste <3

Y a todas aquellas personas que siguen y leen la historia, les agradezco y quiero que sepan que los quiero mucho ❤✨

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⏰ Última actualización: Sep 02, 2022 ⏰

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Pequeña Sirena | NezuZen ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora