En otra vida | Taekook.

Capitulo 1. Presente.

"Vamos osito, debemos caminar un poco más" decía el pelinegro, mientras jalaba del brazo al castaño, para poder seguir caminando.

"Conejito, no quiero seguir, estoy cansado" puchero el castaño mientras lo miraba.

"Solo un poco más, debemos estar los dos para mirar el amanecer" decía entusiasmado y es como decirle que no, a tan bonita mirada de ilusión, brillaba de una manera preciosa,

"Esta bien, hay que correr ya casi amanece"

Los dos corrieron lo que quedaba de camino para poder así llegar al lugar, los dos tomados de la mano, esperaron un poco más para que amaneciera.

"Es precioso" dijo el castaño mientras miraba el inicio del amanecer, volteo a ver al pelinegro, pero antes de ver su cara una luz lo cegó y despertó. Taehyung miró el techo de su habitación, sintiéndose vacío por lo que recién había soñado, aun recordaba como sentía tomar la mano de aquel chico, de cómo sintió cada momento como si ya lo hubiera vivido.

Sin más el castaño se levantó de su cama y caminó directo al baño, mirándose al espejo, preguntándose cuándo pararán esos sueños, llevaba un año con lo mismo, desde el momento que cumplió 19 años comenzaron a presentarse habías días en que nos los tenía pero ahora era diferente; al principio no le tomaba importancia, porque pensaba que eran simples cosas que pasarían a los demás, pero conforme pasaba el tiempo, se sentían más vividos, como si hubiera pasado, como si ya lo hubiera experimentado, ahora en estos últimos que tuvo, podía sentir el calor que emanaba aquel chico, cómo le acariciaba el rostro y como lo abrazaba.

Cuando se levantaba a la mañana siguiente, se sentía triste por no tener aquellas caricias, deseando tenerlo de nuevo a su lado, pero al mismo tiempo sentía que no era correcto, que no merecía aquello y le asustaba, porque de alguna manera sus sentidos le decían que todo ese amor que le daba aquel pelinegro, su conejito, no lo merecía, por algo que él había hecho y no sabía que.

Taehyung miró el lavabo y abrió la llave para poder lavarse la cara, seguidamente cepillarse los dientes y prepararse para la universidad, tenía que presentarse por su primer día, así que se apresuró para poder llegar a tiempo y lo dejaran pasar a su clase.

Caminando por el campus se dio cuenta que había demasiados alumnos de primer ingreso, le emocionaba porque podía reclutar a personas al taller al cual iba, en donde él y su crush manejaban, aquel gran chico con bonitos hoyuelos que casi siempre le quitaba la respiración.

Por donde mirara, había personas peculiares, unos con vestimenta muy gótica, otros muy elegantes y unos más, vistiendo ropa extraña, como las gafas de dedos que traía una chica y no es que le molestara, mas bien le emocionaba, porque así podría conocer las perspectivas de mas personas ajenas a él.

Siguió caminando por el largo pasillo, hasta llegar al aula 202, donde compartía clases con su amigo gatuno, el chico al cual le decían frio, pero mas bien era cálido, así como los rayos de sol en invierno, camino hasta sentarse al lado de él, sonriéndole como una forma de saludo, era usual para ellos en la mañana, especialmente porque era demasiado temprano y ni uno de los dos eran buenos para levantarse a esa hora de la mañana. Antes de poder entablar una conversación, entró el profesor con una cara sonriente, comenzando el nuevo ciclo, los dos colocaron toda su atención en él, como una forma de no distraerse y perder clases, como ya les había pasado una vez.

(...)

Habían pasado las horas y ya era tiempo del descanso principal, los dos caminaban sin energía al lugar donde todo mundo estaba, la cafetería. A lo lejos pudieron divisar a uno de sus amigos, Jin, novio de Yoongi, así que con un poco de prisa caminaron hasta donde estaba él, aprovechando que ya estaba en la línea.

-Hyung, ¿Puedes comprar algo para desayunar? - pregunto Tae

-Claro, ¿Qué te gustaría?

-Solo una hamburguesa

-Perfecto, ¿Yoongi?

-Hum solo una ensalada y un jugo por favor- dijo

-Claro gatito, en un segundo se los paso.

Los dos esperaron junto con el mayor, escuchando conversaciones ajenas, como la chica de al lado, hablando de la fiesta que había ido el viernes o como otro chico mencionando que se había conquistado a una que otra persona y otro chico del cual hablaba sobre una mudanza, en ese particular escucho la pequeña conversación que tenía, suponiendo que era su mamá.

"Si lo se, no está lejos podremos llegar a tiempo" "ya te lo dije, el campus es algo grande, pero nuestro apartamento queda a unos minutos" 'no, haré lo posible para que el coma como se debe".

Si quedaba a unos minutos de donde estaban probablemente eran en aquellas residencias que casi la mayoría vivía, como su amigo Yoongi. No le tomó importancia y tomó su almuerzo, acompañando a los mayores a caminar en una de las mesas vacías.

-Por cierto Tae, ahora andabas un poco distraído en las clases - comentó Yoongi.

-¿Oh? Era por unas cosas- contestó Tae

-Seguramente esos sueños ¿verdad?- Dijo Jin

Taehyung asintió -Hoy fue extraño

-¿Por qué lo dices? - Pregunto Yoongi metiéndose un bocado

-Vimos el amanecer, fue algo bonito, pero un poco triste.

-¿Triste de qué manera?- preguntó Jin.

-Porque fue como si nos estuviéramos despidiendo. Como si tuviera prisa

-¿Prisa? Pero solo es un sueño Tae, uno de los tantos que has tenido- dijo Jin, tomando del jugo de Yoongi.

-Probablemente, pero es irreal lo que está pasando, a veces me pregunto si en algún momento parará- dijo Taehyung desanimado.

-Quizás paren o quizás solo creas imágenes de lo que deseas- dijo Yoongi.

-No deseo un romance, donde me siento la mayor parte culpable.

-Deberías darte un tiempo, salir y despejarte

-Quizás, por el momento quiero comer- dijo Taehyung terminado la conversación, especialmente porque sabía que sus amigos no lo dejarían en paz, hasta sacarle más información, algo que no deseaba, porque compartiría aquellos momentos de los cuales amaba.

Sin más, dejo que aquella pareja hablara de lo que haría en su día, envidiando un poco el hecho que estuvieran juntos, lo había mencionado muchas veces que no quería un romance, pero la realidad es que deseaba con su corazón alguien que lo amara, por el simple hecho de ser el.