GHOST ▪︎ [YiZhan]

12

— Entonces... ¿Hice bien en contratarte? — preguntó y Zhan rió asintiendo mientras enjuagaba los platos.

— Ir a tu empresa fue mi última y la única opción que me quedaba.

— ¿Te confieso algo?... De hecho yo no quería contratarte, no tenías experiencia, eras demasiado callado, te costaba demasiado hablar en público y... — negó con la cabeza. — Simplemente no quería hacerlo... Pero al ver la esperanza en tu rostro, pensé que al menos sería algo bueno adquirir experiencia que te serviría en algún futuro si decidías irte a trabajar a otro lugar.

— ¿Entonces si decido irme ahora...

— Jamás. ¿Después de todos los dolores de cabeza que me hiciste pasar crees que te dejaré ir así de fácil? Claro que no... Primero veo un burro volar.

Y esto hizo reír al pelinegro.

— No soy eterno. ¿Eres conciente de eso verdad?

— Lo sé — dijo en medio de un suspiro. — Pero mientras puedas estar a mi lado por mucho tiempo, estaré bien.

Hubo un momento de silencio entre ambos, y fue cuando Yibo se decidió a preguntar.

— Xiao Zhan... ¿Desde cuándo tú... Ya sabes... Puedes ver...

— Desde siempre... No es algo que haya adquirido con el tiempo, nací con ese "Don"... Ya conosiste a mi abuelo, él también puede verlos, incluso puede ver un poco más allá, por eso uno de sus ojos es blanco... Mi madre también tenía un don parecido, pero ella murió cuando yo era pequeño y solo quedamos mi abuelo y yo.

— ¿Y... Tu padre?

— No lo conozco... Mi abuelo dice que en cuanto se enteró que mi mamá estaba embarazada de mí, la abandonó. Por eso tengo el apellido de mi madre.

— Ya veo...

— Sobre lo de tu hermano... ¿De dónde viene el nombre de ShengCai? Cuando lo conocí dijo que era lo único que recordaba que tú le habías puesto ese apodo.

— Oh... No le gustaba la lechuga cuando era pequeño porque decía que no tenía sabor, luego de un tiempo lechuga era lo que nunca podía faltar en casa, la comía con limón y sal, y lo comencé a llamar ShengCai cada vez que lo veía comiendo...

— Entonces es por eso...

— Xiao Zhan. ¿Por qué él no me recuerda? ¿Incluso es posible perder la memoria aún ya muerto?

Zhan asintió secando sus manos con un trapo.

— No soy un experto en la materia como mi abuelo, pero sé que cuando no recuerdan nada de su vida antes de morir es porque, antes de morir perdieron la memoria, tuvieron una muerte violenta, murieron siendo rencorosos o escaparon mientras subían o bajaban.

— ¿Subían o bajaban? — preguntó con su ceño fruncido. A lo que Zhan simplemente señaló con su dedo el techo y el piso.

— Ooh... ¿Se puede escapar?

Zhan alzó sus hombros curvando la comisuras de su boca hacia abajo.

— Según mi abuelo, sí... No te preocupes, buscaremos la manera de que HaoWei recuerde su vida antes de morir.

— ¿Tú puedes hablar con ellos verdad? — Zhan asintió.

— ¿Puedes llamarlo ahora? Al menos... Quisiera hablar con él — el pelinegro suspiró.

Rodeó el mesón y se acercó a la mesa, dónde se encontraba Yibo. Jaló una silla y se sentó frente a él.

— No puedo... La única persona aquí que puede hacer eso, es mi abuelo, y ya está dormido, muy aparte de eso, HaoWei no se veía nada feliz, algo le pasó y por eso pidió irse.

— ¿Algo le pasó?

— Naturalmente tiene un rostro sonriente ¿Verdad? — Yibo asintió. — Bueno, entonces puedes notar claramente cuando su expresión naturalmente sonriente cambia cuando está triste o enojado, eso sucedió, entró en shock y cayó sentado al piso, luego de eso, parecía enojado, bueno no parecía, lo estaba, incluso en su manera de hablar casi que gritando diciendo "Quiero irme Zhan-ge" No sé qué pasó, o si recordó algo que lo enfadó, que vio o que interpretó. Solo él sabe lo que pasó consigo mismo, y por más que intentes y quieras hablar con él, él no querrá hablar contigo.

— Entonces... ¿Qué hago? — preguntó y el menor simplemente se dejó caer en el respaldo de la silla.

— Esperar... No pasará mucho tiempo, por lo general siempre cuando se va regresa a casa al día siguiente. Cuando lo vea le preguntaré que sucedió.

Yibo asintió bajando un poco su mirada, le hacía tanta ilusión poder hablar con su hermano, pero ahora al parecer no podría hacerlo.

— Wao, parece que lloverá — comentó Zhan mirando por la ventana. — Acabo de ver un rayo, en un momento debería escuchar un truen- — un fuerte estruendo se escuchó en el cielo. — Ahí está... Creo que no podremos ir a la ciudad hoy — dijo viendo cómo la lluvia comenzaba a hacer acto de presencia.

— ¿Alguna vez fuiste a una pijamada Wang? — Yibo asintió.

— Bien, entonces. A dormir, ya es tarde.

— Aaaaam... ¿Sabes? No estoy seguro de si mi ropa te quede tan bien — comentó Zhan mirando su armario con las pocas prendas que habían allí. — Creo que tampoco me quedará a mí.

Sacó un par de pijamas y le entregó una al mayor. Zhan salió de la habitación dándole un poco de espacio y tiempo a Yibo para que se cambie de ropa.

Unos minutos después, Yibo se encontraba acostado en la cama de Zhan, mientras este cerraba las cortinas de la ventana, caminó hasta su cama y cuando iba a meterse, el mayor lo detuvo.

— ¿Va-vamos a dormir en la misma cama?

— ¿Es raro? — preguntó Zhan, y Yibo no supo qué responder.

— La cama es lo suficientemente grande como para los dos, aparte, no tengo tapetes ni más mantas para dormir en el suelo, solo compartamos — dijo para meterse a la cama de una vez por todas.

— ¿Cómo es que HaoWei... Conocía a tu abuelo? — preguntó el mayor.

— Xiao You lo trajo, luego mi abuelo le dijo que me buscarán a mí.

— ¿Xiao You?

— Oh. Xiao You es otra fantasma que conozco... Ella no pudo cumplir su último deseo, murió en un accidente de auto cuando tenía dieciséis, un conductor loco, se pasó la luz roja del semáforo y, ella murió.

— ¿Cuál... era su último deseo?

— Hablar con su madre, esa noche habían discutido y Xiao You salió de casa, cuando quiso volver para disculparse sucedió el accidente, quiso encontrarla pero... Pero ella murió de un infarto cuando se enteró de la noticia, no pudo disculparse y no pudo subir... Esa es su historia.

— Oh. Ya veo...

Ninguno dijo nada más, se sumieron en silencio bajo el arrullador sonido de la lluvia, y allí se quedaron, hasta que el sueño les ganó.