¿Te gusta la forma en la que muevo mi lengua o no? Puedes montar mi cara hasta que te vengas ¿Puedes lamer la punta de la polla y luego meterla en tu garganta o no? ¿Me dejarías estirar esa pussy o no?
Somo - Or nah
Otro día más con estos once idiotas, tengo que vivir día a día con ellos y más con Haruchiyo, ese bastardo que solo busca tiempo para provocarme o hacerme unas de sus estúpidas bromas. Me tienen harta.
Mi tolerancia hacia a él se está acabando, pues cada que nos asignan un trabajo, siempre quiere hacerlo a su manera, es por eso que a veces ha salido mal. Eso es casi siempre.
Hoy estamos reunidos por segunda vez, estoy en medio de Kokonoi y Rindou. Rindou y yo somos como el perro y el gato, a veces peleamos hasta por saber quien respira mejor, hoy no fue la excepción, pues en cada reunión siempre nos decimos de cosas, nos pasamos a veces con golpes, luego de eso nos pedimos perdón.
Por otro lado Kokonoi se une a veces en nuestras peleas, nos dice que el que gane le dará dinero, y es como comienza nuestra batalla. Rindou siempre sale ganando, muy pocas veces yo.
─ Estúpida.
─ Cara de culo.
─ Pendejo.
─ Plana.
─ Oye! ¡No estoy plana! ─alcé un tanto la voz.
Hijo de puta...
Lo dijo para que yo interrumpiera a Mikey quien estaba hablando, pero ahora todos me miran y me siento avergonzada, él solo disfruta de ver mi cara.
─ ¿Qué fue eso, Hana? ─preguntó Mikey, su expresión me dice que me dará un castigo por interrumpirlo.
─ Nada, es solo que...
Mi mirada se dirigió a Haruchiyo quien me miraba con una sonrisa burlesca, fruncí el ceño al verlo, esa cara que tanto odio. Volví con mi mirada a Mikey quien esperaba mi respuesta.
─ Mi rey, si me permite, yo mismo me encargaré de darle un castigo por interrumpirlo y no prestar atención a lo que estaba diciendo. Hana, esto es importante como para estar jugando ─habló con ese tono arrogante.
─ Tienes razón Sanzu, ahora llevatela de aquí y que empiece con su castigo.
Estaba a punto de decir algo, pero mejor me quedé callada no quería que fuera más peor el castigo, solo miré a rindou quien estaba conteniendo su risa. Le di un fuerte golpe en el brazo izquierdo, quien solo se quejo a lo bajo. Kokonoi se quiso reír, pero también se contuvo, sin más reproches me pare y salí de esa habitación con Haruchiyo.