~~~••Capítulo 41••~~~

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Vi caer a algunos de mis hombres impactados por balas y me sentí impotente ante la situación, todo ese ruido, ese caos, trate de ubicar a alguien.

Clara estaba lanzada en el suelo retorciéndose. Su trastorno. Según lo que sabía por Marcel los ruidos y situaciones de peligro o molestas para ella hacían salir a alguna de sus personalidades.

Vanessa también estaba en el suelo, pensé en acercármele pero de pronto uno de los tipos encapuchados se le acerco e intento llevársela ella no se dejó así que el tipo opto por Marco el cual no lo pensó dos veces y desapareció junto al hombre entre una espesa humacera que se creó no sé de dónde.

Otro encapuchado levanto a Clara del suelo quien parecía totalmente desubicada y no se resistió, también desaparecieron.

Los que quedaban en una batalla de tiros con mis hombres se fueron alejando en dirección a la ventana como si planearan irse ya.

De pronto por detrás de mi unas manos me tomaron de los brazos, trate de resistir pero era un hombre fuerte, me levanto y casi a rastras me llevo a la gran niebla sentí como si fuese arrastrada al infierno.

Nada bueno había detrás de esa niebla.

Apenas entramos no logre ver nada pero luego divise una ventana rota, no era la misma que se veía desde la sala, esta estaba más al fondo, desde la ventana se veía un auto negro completamente y dos encapuchados haciendo señal a mi secuestrador de que se apurara.

Y cuando ya estábamos al punto de cruzar la ventana:

SANGRE.

Alguien desde atrás tomó el cuello de mi secuestrador y con un cuchillo le corto:

La cercanía con el tipo provoco que mi rostro, cuello y parte del vestido quedaran bañados de sangre, una roja, viscosa y con ese olor tan metálico y peculiar, no había duda era sangre.

Los encapuchados de afuera al ver aquello entraron al auto y arrancaron.

Me di vuelta para ver quién me había salvado.

Sentí que podía ser alguien bueno o malo.

Podía ser Cris o podía ser Deborah.

Al darme vuelta me sorprendió lo que vi.

Era Daniel.

Un Daniel con sangre en sus manos, un Daniel con un cuchillo, con una mirada nerviosa, perdida, frustrada, con el pecho subiéndole y bajándole en grandes y desesperadas respiraciones, con las venas marcadas, con lágrimas por su mejilla.

Si, el único limpio de los Brown, el único puro se había manchado de sangre para salvarme.

Lo mire y no dude en abrazarlo.

No me importo la sangre y a él tampoco.

Solo me importo su calor, se sentía tan bien, el rodeo sus brazos a mí alrededor, sus brazos eran tan fuertes que me daban una sensación de protección.

¿Cómo hemos llegado tan lejos?

Solo éramos unos chicos hace cinco años, dos jóvenes enamorados, dos jóvenes que creyeron en su amor y… ¿Y ahora?

Ahora éramos dos adultos, asesinos, oscuros e imperfectos que ya no creen en el amor.

Dejamos de escuchar los disparos así que lo tome de la mano y salimos de la neblina.

En el suelo estaban mis hombres, también Vanessa y una sala totalmente destruida, los móviles estaban en el suelo, platos y vasos rotos, agujeros plasmados en las paredes como si hubiesen ocurrido la tercera y la cuarta guerra mundial allí.

Nuevo Amanecer[COMPLETA]✔️Where stories live. Discover now