TU MIRADA

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One Shot inspirado en un fan art de Irene Garza a quien hemos decidido hacer un tributo por su increíble trabajo como escritora, traductora y creadora de fan arts. Pueden encontrarla en:

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Fanfiction:  Irene-Garza

AO3: IreneGarza

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Disclaimer: todos los personajes, escenarios y hechizos que reconozcan pertenecen a J.K. Rowling. El resto es producto de mi imaginación.

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Como cada domingo, Hermione Malfoy se despertó temprano. Por más que deseara dormir más allá de las siete de la mañana, su reloj biológico era más fuerte y se despertaba a la misma hora todos los días aunque no tuviera nada que hacer.

A su lado, su esposo dormía plácidamente. Le envidiaba esa cualidad de dormirse con facilidad, pero ella aprovechaba esas horas en silencio para leer.

Sentada en el borde de la cama, con los pies sobre la gruesa y suave alfombra, se estiró un poco, bostezó y colocándose las pantuflas, caminó lentamente hasta la ventana para correr un poco la cortina y observar el paisaje matutino. Todos los días tenía esa rutina: la vista del espectacular jardín y el pequeño bosquecillo más atrás la embelesó por unos minutos. Vivían desde hacía tres años alejados del bullicio londinense en las tierras altas de Escocia, en una hermosa y acogedora casa de campo que parecía sacada de un cuento de hadas. Podían vivir en cualquier parte del Reino Unido, pues estaban a la distancia de una chimenea de sus trabajos en el Ministerio de Magia y qué mejor sitio que ese paradisíaco lugar.

Luego de unos minutos de contemplación, comprobó que Draco seguía profundamente dormido y caminó con pereza hasta el cuarto de baño. Aún estaba un poco oscuro así que encendió la luz y se miró en el espejo. En su coronilla, el moño flojo que se había hecho la noche anterior lucía algo desarreglado pero con movimientos ágiles lo volvió a acomodar; lavó sus dientes y volvió a la cama. Draco no se había movido.

Tomó un libro, colocó dos almohadas en el respaldo para estar cómoda y empezó a leer. Llevaba cerca de hora y media cuando sintió a su esposo moverse acercándose a ella para colocar la cabeza sobre su abdomen y abrazar su cintura.

—Buenos días —susurró con voz ronca pero aún adormilado.

Ella devolvió el saludo y continuó leyendo mientras pasaba lentamente su mano sobre la espalda de él. Minutos después, la respiración acompasada del mago le indicó que había vuelto a dormirse.

Media hora después, su esposo volvió a moverse esta vez para levantarse y dirigirse al baño no sin antes besar una de sus mejillas. Vestía únicamente un bóxer negro y ella aprovechó para echarle un vistazo a su ancha espalda y glúteos firmes producto del intenso entrenamiento como auror. Aprovechó que él se había levantado para colocar las almohadas en la cabeza y acostarse, y continuó con la lectura luego de corroborar que faltaban siete páginas hasta el final del capítulo.

Draco regresó a la cama minutos después, se acostó y tomó el informe que había dejado en su mesa de noche. Ella seguía enfrascada en su libro; sin embargo, de pronto había algo que no la dejaba concentrarse. Apartó los ojos del libro y a su derecha, observó que Draco estaba acostado de lado, con el codo izquierdo sobre la almohada y su mano sosteniendo la cabeza. La veía fijamente apenas sonriendo.

Tu miradaWhere stories live. Discover now