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"Fuimos a la cafetería Answer, tu papá SeungMin llamo."
—SungHoon.
Suspiro leyendo el mensaje antes de tomar el pomo de la puerta con la mayor delicadeza que pudo para poder entrar a su casa. No quería hacer ruido, sabía que sus padres ya estaban ahí y lo más probable fuera que estuvieran cenando. Pero el no era capaz de hacerlo en ese momento, aparte de que ahora debia fingir no tener hambre, también debía y quería subir las escaleras e ir a su habitación a ducharse, lo necesitaba con urgencia.
Lamentablemente su plan se vio interrumpido cuando al cerrar la puerta y girar su papá apareció frente a el de brazos cruzados.
— ¿Dónde estabas?
Dio un brinco asustado y solto un chillido que calló de inmediato al verlo, tomó una respiración llevando su mano a su pecho.
— Papá... —se quejó.
El mayor no dijo nada, solo miró su reloj antes de regresar la mirada hacia el.
— Nueve y treinta dos, ¿Dónde estabas? ¿Y tu celular?
— Estaba con los chicos, mi celular se apagó. —susurró desviando la mirada hacia su mochila la cual dejó a un lado.
Lo último no era mentira, Riki lo había apagado. Hubo un ligero silencio antes de que su papá asintiera.
— ¿Con los chicos?
— Si.
— Llame a el chico, este... —cerró los ojos antes de su chasquear sus dedos y señalarlo. — El castaño, y dijo que el no estaba allá con ustedes.
JungWon maldijo, SungHoon no había dicho que alguien falto. De todos modos sabía de esos sucios trucos de su papá, solía decirle cosas así para que se confundiera y terminar interrogándolo, pero JungWon llevaba toda su vida conociéndolo y manteniendo en practica toda su actitud, además de que tener a Riki como novio lo ayudaba muchísimo a siempre ser precavido. Pensó rápido, Sunoo estaba castaño pero BeomGyu también lo estaba así que debía pensar quien de los dos era, al final concluyó que Sunoo era el más probable a faltar a una reunión con sus amigos, sus padres eran casi iguales a los suyos.
— Ah, si. —susurró.— Sunoo no pudo ir. — respondió finalmente encogiéndose de hombros.
Su papá lo miro con detenimiento antes de descruzar sus brazos y asentir lentamente.
— Bien. Vamos a cenar.
Hizo una mueca pero no se atrevió a rechazar a su padre, sabía que sería un desastre si no cenaba con ellos como se suponía, correspondía.
— Papi. — sonrió al ver a su padre menor y se acercó a besar sus mejillas.
