Capítulo XIV

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Capítulo XIV: Quiero ser fuerte. [Parte II]

Alexis entró por completo a la casa de Alessandro y se quedó sorprendido por lo que vio: mesas rotas, sillas destrozadas, copas de vidrio esparcidas por el suelo. En medio de ese caos, vio un cuerpo tendido con algo en la mano, apretando su pecho. Una persona arrodillada frente a ese cuerpo, bañada por una luz entre blanca y azul que se filtraba desde el cielo.

—¿Por qué no vas a descansar?. —Preguntó Alexis.

La persona se volvió confundida, mirando hacia la dirección de Alexis. —¿Podría hacerlo? Después de todo lo que he hecho...

—Solo estabas protegiendo al chico. Eso es todo. Ahora, ve y descansa. —Dijo Alexis tranquilamente.

La persona, visiblemente nerviosa, levitó hacia Alexis, quedando a su altura. Era el espíritu de una mujer, su voz entrecortada denotaba arrepentimiento. Tenía ambas manos apretadas frente a ella con fuerza. Alexis gentilmente colocó una mano en el hombro de la mujer, ofreciéndole una sonrisa reconfortante.

—Puedes descansar. El chico estará bien conmigo y con... —Alexis se detuvo al ser interrumpido por la mujer.

—¿Darek?. —Preguntó ella.

—Sí, con Darek. No es un mal tipo, estuvo en la cárcel.

—Lo sé. Puedo contar con ambos entonces...

Las lágrimas brotaban de los ojos de la mujer mientras extendía ambas manos hacia adelante. Alexis estiró su mano derecha para recibir lo que ella le entregaba en el momento en que empezaba a elevarse lentamente y desvanecerse, su cuerpo y sus manos se desvanecían por completo. En la palma de la mano de Alexis quedó un collar con una imagen, y al abrirlo, descubrió una fotografía de Alessandro y la mujer juntos. Sintiendo la fuerza de la emoción, apretó con firmeza el collar entre sus dedos, sin romperlo.

—¡Después de la fiesta de primavera! Será el momento adecuado, ¿no es así?. —Una voz, con el mismo tono aterrador que había resonado en la mente de Félix, ahora se hizo eco en la cabeza de Alexis.

—¡Sí!. —Respondió Alexis, con determinación.

—Sabía que dirías eso. ¡Luke!. —Exclamó la voz.

Mientras sostenía el collar, un viento comenzó a recorrer el cuerpo de Alexis, ondeando su ropa. Lo que antes era una túnica ahora se convertía en una capa, y empezó a moverse al ritmo del viento. Manteniendo un ojo cerrado, Alexis se dejó llevar por la transformación. Cuando lo abrió nuevamente, su aspecto se había transformado gradualmente, adquiriendo la apariencia de un águila. Volvió a cerrar y abrir los ojos para volver a su forma normal.

—¡Bien! Necesito conseguir otro brazo y otro ojo. —Susurró Alexis, guardando el collar en el bolsillo de su sudadera negra.

—¿Alguna idea?. —Preguntó la voz aterradora que respondía al nombre de Luke.

—En el reino mariposa. Allí lo encontrarás. —espondió Alexis.

Se acercó al cuerpo de la mujer, tomándola por el abdomen y concentrando alguna especie de luz en su mano, iniciando un proceso de desvanecimiento. Un viento oscuro comenzó a emerger por la ventana mientras él se levantaba. Corrió hacia el techo y saltó en una dirección específica, transformándose luego en un ave envuelta en una luz del mismo tono del fuego, siguiendo el viento negro.

Félix estaba profundamente pensativo, junto a la cama de Alessandro, cuando Darek lo interrumpió.

—¿Qué debería hacer, maestro?. —Preguntó Félix.

Stray Kids I: RoyaltyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora