—Está bien, ya no insisto—Vayamos a ver una película.—Fuimos a la habitación donde estaba la televisión de la casa, una plasma de cuarenta y dos pulgadas que estaba perfectamente colocada en la pared de la habitación cómoda de ver desde la cama.

Luego de dos horas Irene regresó a su casa, estaba por acostarme cuando sonó mi celular, era una video llamada de Ismael, me acomodé en la cama, arreglé rápidamente mi cabello, y atendí.

—¿Estabas dormida? Perdóname la hora, tenía que hablarte, tuve que irme sin avisar, mi celular estaba con poca batería, Samantha lo puso a carga y no escucho las llamadas.—Dijo lo observé saliendo de la ducha con el celular en las manos, algunos mechones de su corto cabello caían mojados por su frente, tenía el pecho desnudó y una toalla al rededor de la cintura, se sentó en la cama.—¿Estás enojada?

—No, solo estaba algo preocupada, pero no importa, no tienes que darme explicaciones de lo que hagas, andas con tu Ex eso me dijeron.—Había hablado sin pensar ¿Qué estaba haciendo?

—¿Te molesta?

Claro cretino, te acuestas conmigo y al día siguiente estás en un hotel en un viaje de negocios con tu ex.

—No me importa que es diferente.—Dije disimulando mi molestia.—Que bueno que estás bien, me escribes cuando vuelvas, Iré mañana a casa de mis padres aprovecharé mi fin de semana.

—Está bien, buenas noches.—A Ismael le pareció extraño mi actitud pero no me dijo nada, cerró la llamada y eso me hizo sentir más incómoda.



Al día siguiente en la mañana, llegue a casa de mis padres para ayudar a mi madre con la comida, y pasar el día con ellos.

—¿Ismael lleva mujeres a su apartamento?—Comentó de la nada Sara cuando llevábamos como cinco minutos en silencio, cada quien con su celular en la habitación. La mire sorprendida.—Como vives al frente de la puerta de su apartamento, por eso pregunto.

—No lo se Sara, ¿Qué te pasa?—Intenté relajarme.

—Es que está mañana lo llamé y lo atendió una mujer, era muy temprano para estar con alguien, dijo que es una compañera del trabajo, pero fue raro...—Sara era una chica inteligente y posesiva con sus amistades.

—Supe que está en un viaje por orden de su jefe, anda con la secretaria del jefe, seguro ella fue quien te atendió.—Sara relajo un poco más el rostro, parece que quedó convencida.—Dijiste que no te gustaba Ismael, ¿Son celos de amiga?

—No me gusta Ismael, somos amigos, es que yo siento que él está interesado en alguien, hace mucho que siento eso, pero por alguna razón no me lo dice, él nunca me ha escondido nada,—Me mira a los ojos.—Samara, Ismael es un hombre increíble, atractivo, inteligente, puede ser un poco irracional a veces cuando se pone emocional, pero es sincero, cuando dice algo es porque lo siente...—Se queda callada de repente.

Mi corazón se aceleró, Sara si era una mujer enamorada, exactamente ese era el Ismael que había conocido hace una noche, un hombre difícil de olvidar y al mismo tiempo te hace sentí especial, ¿Porque Sara no tenía la confianza de decirme que si estaba enamorada de Ismael? Además, si me lo dice abiertamente ¿Podré decirle que me acosté con el?

Sea lo que sea que pase entre Ismael y yo debe terminar aquí, debo mudarme de su casa.

—Mara te buscan.—Saly llega y nos saca de nuestros pensamientos.—Es Isaac .—Ivana llega y nos saluda para luego irse con Saly fuera de la casa.

—Hola, no sabía que vendría hoy por aquí.—Isaac me da un beso en la mejilla cuando lo recibo en la sala de mi madre.—Váyanos por un helado, hay muchas cosas de que hablar.

La encrucijada de SamaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora