— Ugh no lo hubieras mencionado, volveré a vomitar de solo pensarlo. — Lando siempre con sus comentarios.

— Por primera vez, concuerdo con milkboy, no hay que mencionarlo. — pongo mis ojos en blanco y le doy un sorbo a mi café.

— ¿En serio vamos a evitar hablar del elefante en la habitación? Por favor, soy curioso no me dejen con las ansias —Insiste el inglés. En México teníamos la palabra perfecta para describir a George, metiche. Que significa "persona que disfruta de entrometerse en asuntos ajenos". Muy acorde a esta faceta de mi amigo.

— No hay nada que no sepan ya, sólo fue un beso y es todo. No hagamos de esto un gran asunto ¿Quieren?

Flashback

[ Así que si era tensión de la buena.

No estaba muy segura de lo que estaba pasando o como fue que llegamos a esto, simplemente estaba disfrutando del momento.

Sus labios tenían sabor a arrepentimiento en cuanto los probé pero por el momento no podía pensar en ello. Sus agarre firme en mi cintura mientras mis manos buscaban el cuello de su polo para acercarme más a él. Nuestras bocas en sincronía y el calor de su cuerpo transmitiéndoselo al mío.

Podía sentir su lengua delineando mi labio inferior como si pidiera permiso para entrar y quien era yo para impedírselo.

El beso se tornó aún más candente cuando me atreví a atrapar su labio entre mis dientes jalándolo levemente. Algo en lo que había pensado tan sólo unos segundos antes. Un gruñido salió de lo profundo de su garganta y pude sentir como mis piernas estaban a punto de flaquear.

¿Pero qué estaba haciendo? Podrían atraparnos en este momento tan comprometedor.

Es solo un beso Alya. Me reprocho.

Esta vez fui yo la que dio el siguiente paso colocando mis manos en su firme nuca tratando de eliminar cualquier espacio sobrante entre nosotros. Por mi mente pasaron infinidad de cosas que podríamos hacer mientras yo me sostenía de su cuello.

El alcohol sacaba lo peor de mi.

Una sensación electrizante recorre mi espina dorsal cuando siento como recorre mi espalda baja con su mano. Sus manos amasaban cada parte de mi piel expuesta gracias a mi vestido, podría jurar que estaba dejando huellas por donde pasaba de tan ardiente que estaba.

Estaba a nada de pedirle que nos trasladáramos a otro lugar más privado cuando escucho mi nombre a mis espaldas.

— ¡Oh ahí estás, te estaba buscand...mierda! —El acento inglés hizo que todo el calor de mi cuerpo se desvaneciera, como si me hubieran tirado un balde de agua helada. 

Mierda, mierda y más mierda.

Ambos nos separamos de golpe tratando de recuperar la respiración y fingir que no había pasado nada. Demasiado tarde.

La mirada de George viajaba de un lado a otro entre Carlos y yo. No tenía ni idea de que decir pero estaba tan avergonzada como si fuera una maldita adolescente.

— Lamento interrumpir yo...no sabía.

Niego rápidamente — No interrumpes nada. ¿Qué pasa?

— Es Lando, esta demasiado ebrio y necesita ir a casa antes de que vuelva a vomitar— Explica.

— ¿Vomitó? —Esta vez pregunta el español.

— Estábamos bailando y al parecer eso lo mareo aún más. La pista esta completamente salpicada pero no quiere irse.

— ¿Lo dejaste solo? — Pregunto.

the only exception Where stories live. Discover now