Esta historia comienza cuando Olivia recibe una invitación de su padre para acompañarlo a los próximos Grandes Premios en la temporada 2022, pero hay un problema ella no va a apoyar a Mercedes especialmente, sino a McLaren, siendo sus mejores amigos...
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Ya habían pasado tres años desde que nos mudamos a Suiza, y puedo decir que todo era diferente. Con Lorenzo ya no hablaba y solo lo hacíamos en fechas especiales, era como ese familiar con el que nunca hablas y prácticamente no conoces, pero se llegaron a conocer lo suficiente como para hablarse en algunas ocasiones.
A diferencia de cuando vivíamos en Italia, ahora, si íbamos a la escuela, estaba a punto de iniciar mi segundo año de preparatoria y puedo decir que las cosas eran mucho mejor.
Mi madre nunca fue a visitarnos, nosotras siempre éramos las que íbamos a Estados Unidos, nos compraban boletos de avión y viajábamos literalmente al otro lado del océano solas, para cuando llegábamos al aeropuerto de Los Ángeles estaba un chofer esperándonos para llevarnos a la casa de mi madre.
Hablando de ella vivía en Estados Unidos, Los Ángeles. Íbamos a visitarla en verano, ella nunca vino, siempre éramos nosotras las que íbamos con ella. Todo era un muy diferente y puedo decir que aunque de vez en cuando extrañaba Italia era más feliz ahora.
En el verano del 2010 en específico viajamos con mi madre, eso fue el verano pasado, ella estaba trabajando en un muy importante desfile de moda y un día nos llevó con ella al estudio, ese día fue cuando me di cuenta de que a eso me quería dedicar.
Ahora que lo pienso años después, probablemente en ese momento solo lo pensaba para buscar un poco de la aprobación de mi madre, pero por ahora en mi presente es algo que en verdad disfrutabo hacer.
Ese verano tuve una plática con mi madre que me impulso a seguir ese camino. Para cuando el verano término estaba segura de lo que quería hacer y por igual sabía que probablemente el hecho de que mi madre tuviera un nombre en ese mundo me abriría muchas puertas.
Y en verdad no me equivocaba, justo después de que decidiera que quería iniciar en ese mundo, mi madre estaba tan emocionada que me consiguió un representante en Suiza, consiguió una sesión de fotos con una editorial y después de que se publicara rápidamente empezaron a llegar más ofertas.
La mayoría eran para sesiones de fotos y mi papá había opinado que no podía empezar a modelar en desfiles hasta que estuviera más grande, a lo cual por igual no puse ninguna negación, porque para ese entonces lo tomaba más como un pasatiempo que tal vez se podría convertir en algo más.
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(𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑𝐀)
Capítulo corto, pero es solo para darle un poco de contexto.
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