Esos ojitos verdes me vuelven loca

429 18 12
                                    

-Hola, Yayo -dijo una profunda voz a mi espalda -veo que estás bien acompañado.

-Si, mis chicas son guapas, eh -dijo mi amigo con una sonrisa.

-Ya veo ya... Pero ¿quien es esta joven que no se ha girado? ¿Tu novia? -pregunta Jordi realmente intrigado.

Yayo empezó a reirse al instante.

-Mi novia, dices -comentó el gallego sin poder parar de reirse.

-Sí, por favor, no me ofendas de esa manera, yo nunca podría salir con esta seta. -Dijo Alisa dejando ver su rostro -Soy su mejor amiga y me llega con eso.

Narra Jordi

Dios, es guapísima. Unos bellos ojos negros perfilan un rostro acanelado. Un bello moño hecho con su cabellera castaña deja libre de cabello su cara. Sus labios rojos parecen llamarme, y el vestido que lleva tampoco es que mejore mucho las cosas...

-Hola, me parece que no tengo el placer de conocerte -digo un poco nervioso.

-No, no nos conocemos -dice tranquilamente -me llamo Alisa, encantada de conocerte, Jordi.

-¿Me conoces? -pregunto extrañado de que sepa mi nombre.

-Por supuesto que sí. -dice mientras se... ¿sonroja?

-Hey, ¿quieres venirte con nosotras de fiesta? Es que estamos de despedida. -dice una chica rubia.

Bien pensado no es tan mala idea, tendré que dejar a alguien a cargo de la cocina pero así podré conocer más a esa mujer que me fascina.

-No suena mal, justamente acabo en media hora -dije mirándola fijamente.

Narra Alisa

No me lo puedo creer... él... va a venir con nosotras. Y lo peor es que me está mirando con esos preciosos ojazos verdes que me recuerdan a mi tierra natal.

-Ok, en una hora nos vemos en el pub que está al girar la esquina. -Dice Ariana.

Nos marchamos al cabo de veinte minutos y debo decir que fue la mejor comida que algún día tuve el placer de degustar.

Llegamos al local. Es bastante mono. Pedimos una ronda de chupitos de tequila, para que se vaya animando ya la cosa desde el inicio.

-Venga, chicas, yo brindo por la libertad -dice Rocío.

-¡Eso! ¡Arriba las copas! ¡Arriba, abajo, al centro... y pa' dentro! -digo nuestro lema y al instante me bebo todo el contenido del vaso de un solo trago. La verdad es que casi no pica.

Media hora después lo veo entre la multitud. Está muy guapo con esa americana azul. Debe estar buscándonos, porque veo como mira intermitentemente de un lado al otro y su mirada no se detiene en ningún lado. Hasta que sus ojazos se encuentran con los míos.

Negro contra verde. El tiempo se para y el espacio desaparece ante mis ojos.

Sé que puede sonar muy cursi, pero es lo que siento. Y en ese instante comprendo por qué Eva aceptó casarse con Sergio. Se aman, y eso es así. Nadie lo podrá cambiar, ni aunque uno se vaya a la Conchinchina y el otro se quede como muerto en vida para los restos.

Ok, lo sé. Es demasiado pronto para decir que lo amo. Y no es verdad. No lo amo, pero me atrae y me gusta. Incluso podría decir que lo quiero, y eso ya es mucho decir para la chica que odia el amor. No es lo mismo querer que amar, pero es un comienzo.

Siempre veía Masterchef y leía todas las entrevistas en las que salía él. Era como una obsesión. Mi amor platónico, pero ahora gracias a Yayo puede convertirse en realidad.

-Hola. Por fin te... os encuentro -dice la voz más varonil e increhíble que he tenido el placer de escuchar alguna vez.

-Ah, hola. -Digo tímidamente. No me intimida, si es lo que estais pensando. No soy el tipo de persona que se deja intimidar.

-¿Y los otros? -pregunta él.

-En la pista de baile.

-¿Te molesta si me quedo aquí contigo? -pregunta con timidez, aunque tal vez es solo mi loca imaginación jugándome una mala pasada.

-No, no, por Dios, quédate. -Contesto, quizás demasiado deprisa.

-Y bueno... ¿a qué te dedicas? ya has visto que yo cocino y no me parece justo estar en desventaja.

-Soy taekwondista y estudio. -Contesto simplemente.

-Anda, entonces mejor no meterse contigo, ¿no? -dice riéndose, la verdad no le veo la gracia -¿qué estudias? -Pregunta, al parecer se dio cuenta que no me hacía gracia su bromita.

-Derecho.

Hablamos durante unas tres horas hasta que me vibra el móvil, señal de que me acaba de llegar un Whatsapp.

Tiita Christy

Uola, sobrii, mira, que resulta que estamos en un local de striptease con Evita, que dice que ya la hora que es y lo borrachas que estamos que te vayas tú sola al hotel, que ya nos vemos allí. Por cierto, si puedes morréate con él... ya sabes de lo que hablo ;)

-Genial -digo frustrada -otra vez.

-¿Qué ocurre? -pregunta Jordi.

-Se han largado y ahora dicen que me vaya yo sola al hotel... manda narices.

-Tranquila, te llevo.

-¿Es en serio? -pregunto.

-Claro, no me cuesta nada.

De esa forma llegamos el hotel.

-Bueno, me lo he pasado muy bien, Jordi. -digo a modo de despedida.

-Yo también, Alisa. -Dice él también.

Ya me estaba yendo cuando siento algo que me lo impide. Eva no exageraba para nada, realmente un beso puede hacer que se enciendan fuegos artificiales. Fascinante. Además de ser un excelente cocinero me está dando el beso de mi vida.


__________________________________________________________________

Hola, chiquis. Espero que os haya gustado un muchito y que hayais disfrutado leyéndolo tanto como yo lo hice escribiéndolo.

Os quiero a todas las que leeis la nove, en serio, esto no sería nada sin vosotras.

Please, vote and coment // Por favor, votad y comentad.

Otra cosa, provablemente publique el martes, o quizás antes, nunca se sabe xd.

Kisses.

Cocina con pasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora