𝖠nne with an "E"-One shots [Completa ✔️]

GILBERT BLYTHE-"This War"

Personajes: Gilbert x TN.
Advertencia: Ninguna.
Crédito:  Mi imaginación.

El salón de baile estaba abarrotado de gente y comenzaba a sentirme asfixiada, me limpio el sudor de la frente luego de bailar animadamente con mis amigos. Cansada camino hacia el área de aperitivos por una bebida.

—Iré a buscar algo de beber—le aviso a mi amiga, ella solo atina a levantar el pulgar en señal de aprobación, mientras sigue bailando alegremente con un muchacho. Ni siquiera me ve.

En la lugar sólo hay un par de personas sirviéndose tragos y otras charlando. Quito de mi camino a un sujeto que casi me atropella, lucía algo ebrio.

Me sirvo un poco de lo que sea que era lo que se hallaba allí, no le dí mucha importancia, y le doy el primer trago. Mi mirada inconscientemente se dirige a un chico que habla con otra a su lado. De pronto la bebida me sabe amarga, el muchacho es nada más que Gilbert Brythe. Mi enemigo de toda la vida. Nuestras miradas se cruzan por un prolongado tiempo, hasta que en la suya se dibuja su característica sonrisa arrogante y me entraron náuseas.

Lo veo decirle algo al oído a su acompañante y él asiente en respuesta, después camina hacia aquí con aire de superioridad. Finjo servirme más y le doy la espalda. Aunque siento sus ojos sobre mí.

—Veo que me estás siguiendo, no dejas de aparecer a donde sea que vaya.

Maldigo y mi cuerpo se tensa, sigo ignorando su presencia.

—El mundo no gira alrededor de tí, Blythe.

Mi voz suena fría.

—¿Me dirás qué vernos aquí hoy fué sólo una linda casualidad?

—Seguramente tú me sigues a mí, a dónde quiera que vaya allí estás tú con tu arrogante sonrisa, idiota—digo irritada, remarcando la última palabra.

Me voy la vuelta por fin, intentó rodearlo, pero se coloca en mi camino impidiendo que pase. Contento las enormes ganas de golpearlo en la entrepierna. La situación lo divierte mucho, ríe abiertamente. Mi corazón se paró por un instante, nunca lo había oído reír. Me sentí extraña.

—Creí que este no era tu ambiente, comelibros—sonríe sádico, busca a tientas en su bolsillo y saca una cajetilla de cigarros, enciende uno. Arrugo la frente con asco al ver cómo le da la primera calada—. ¿Te diviertes?

—No lo es, pero mis amigos insistieron en que viniera—me encojo de hombros—. Aunque me divertiría más si un imbécil ególatra no me molestara. Permiso.

Sonrío falsamente, y lo empujo. Pero lo siguiente que dice me deja helada y sin palabras.

—Deberías cuidar esa boca, es de mala educación tratar así a los hermanos.