💔→❤️

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La agencia era un lugar normal.

Había gente con poca estabilidad emocional, poca atención paternal, había huérfanos, gente sin ganas de vivir, personas depresivas y payasos que ocultan su dolor con chistes sin sentido.

Entre esas personas existían dos que destacaban poco más que el resto.
Al menos en esta situación.

Dazai, ex mafioso, suicida, y todo lo que quieras usar para describirlo.
Es pesado admitirlo, pero a pesar de ser un flojo la mayoría de tiempo realmente aportaba más de lo que aparentaba.

Después estaba Atsushi.
El es una bonita de algodón, dicen que es un tigre pero siendo sinceros, parece un pequeño gatito suave y tierno.

Sensible, amable, generoso, leal, lindo. En una palabra podría ser descrito cómo: ideal.
Pero como aquí no idealizamos a nadie, podemos llamarlo un buen partido.

Cuando Atsushi salvo a Dazai de ahogarse, hay que decirlo, el castaño se irritó de cierta manera al sentir arruinados sus planes de suicidio.

Sin embargo, al ver los lindos ojos de su salvador, quedó embobado, sintió un vuelvo en el corazón y una sensación extraña en el estómago, hay que aclarar que no era precisamente hambre.

Al momento de escuchar su voz, sintió toda pizca de rencor arrastrarse lejos para darle paso a una sensación de calidez. Sin saber que hacer realmente solo se levantó y extrañamente lo único que se le ocurrió fue tratar de parecer genial ante el albino.

En un parpadeo Atsushi se volvió parte de la agencia cómo subordinado de Dazai, y eso realmente no le molestó a ninguno de los dos, al contrario, sin notarlo no pudieron haber deseado a alguien más para compartir tantos momentos.

Claro que no todo era color rosa porque también existían ciertos conflictos.
Había ciertos momentos en los que no coincidían en sus opiniones dando como resultado una riña.

Y este es uno de esos momentos.

✨...ᘛ⁐̤ᕐᐷ...ᘛ⁐̤ᕐᐷ...ᘛ⁐̤ᕐᐷ...ᘛ⁐̤ᕐᐷ...✨

-Atsushi-kun ¿Quieres galletas con mermelada? Ayer Naomi y yo estuvimos cocinando pero creo que hicimos un poco de más, así que pensamos en regalarte algunas. - dijo amistoso un pelirrojo acercándose al antes mencionado con su hermana pelinegra abrazada fuertemente de su brazo.

- oh... ¿Enserio? Muchas gracias hermanos Tanizaki. - agradeció tomando la bolsa de papel ofrecida por sus compañeros y les dedico una brillante sonrisa.

Todo esto bajo la atenta mirada de cierto moreno, quién tenia los celos a tope.
Tenía un aura mayormente asesina, aunque también tenía una pizca de esencia de tristeza.

Dazai fue flechado, no lo iba a negar, pero ver a su pupilo conviviendo con tanta confianza, verlo sonreírle a la gente de ese modo, dedicarle dulces miradas a personas que no son el claramente. Eso lo tenía como perro abandonado.

Se dio media vuelta con el rostro serio y se escapó del trabajo, llendo rumbo a la cafetería.

Cuando el albino lo noto no pudo evitar preocuparse, por lo que se levantó se su asiento y se despidió silenciosamente con una reverencia para después salir corriendo tras el mayor.

Kunikida no se dio cuenta hasta que vio como Junichiro y Naomi se preguntaban que paso en ese momento que ellos no se percataron de lo sucedido como para que se fuera de la nada.

Atsushi corría mirando a todos lados buscando a su superior, hasta que lo vio sentado en la cafetería de la agencia tomando un te, más serio de lo normal y con la vista perdida.

Thank you (Dazatsu)Where stories live. Discover now