CAPITULO 1

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ANASTASIA

Tamborileo mis dedos una y otra vez en la mesa.

Mis uñas rosas con escarchas multicolor repiquetean haciendo un molesto sonido para Liam que me observa con el ceño fruncido desde el otro lado,y una mirada penetrante en sus profundos ojos verdes . Lo conozco tan bien que sé a la perfección que está conteniendo su furia.

Mis tacones hacen pequeños sonidos en el suelo. Hasta yo me estoy hartando de oírlos, pero.. Nada mejor que provocar un poco a Liam.

La abogada ..._achico los ojos para poder leer el nombre escrito en el cristal_¿Orquídea?_lee detenidamente casi sin pestañear el papel que tiene entre sus manos

Orquídea...

¿Acaso no es nombre de flor?

¿O es solo su apellido?

No importa

Lo que mi mente reproduce una y otra vez es solo una frase

¡Hoy es el día!

¡¡¡Me libero de Liam!!!

La señora de cabello negro recogido con horquillas levanta la cabeza y me mira através de sus grandes gafas arrugando el ceño ,algo que ayuda a su rostro verse más envejecido.

Mueve los documentos que antes leía con gran detenimiento, haciendo que queden frente a mi. Carraspea dispuesta a hablar, pero antes, un estridente timbre de teléfono suena .

Liam gruñe después de levantarse e irse.

~Solo le cambié el tono de llamada ~

No es para tanto.

La figura de Liam desaparece de mi vista solo dejando el desagradable perfume que usa hace meses.

La señora Orquídea arruga su nariz molesta.

Y yo igual, pero por el penetrante olor a perfume.

Un sonriente chico de extraño aspecto y cabello castaño alborotado me mira desde la mesa en un cuadro con un marco negro y aburrido.

—Buen aspecto—levanto la voz llamando la atención de Orquídea que frunce el ceño con duda,y señalo el pequeño
cuadro—¿Su hijo?—saco un tema de conversación, el silencio me agobia —es guapo—intento sonreír .

—Es mi hija—contesta de manera seca mirándome sin pestañear.

—Ups, lo siento—me doy un fuerte golpe mental y cierro mis labios de manera dolorosa.

La señora continúa en su arduo trabajo ignorando mis palabras

El silencio se adueña del local aumentando mis niveles desesperación.

Sueno contra la mesa el pequeño monito carmelita que guinda de mi teléfono.

~regalo de Liam~

Frunzo el ceño y tomo el monito sonriente entre mis dedos tratando de quitarlo de mi precioso teléfono.

Lo golpeo contra la mesa pero no se rompe.

»Y eso que parece de mala calidad«

Me llevo el tranquecito a la boca para romperlos con mis dientes en fuertes mordida.

Nada.

Misión imposible.

Solo me quedo con sabor a metal en mi boca.

Iuu

Rápidamente abro mi bolso para tomar mi labial de frambuesa.
Lo aplico en mis labios con ayuda de las gafas de la señora flor marchita que se encuentra inmersa en el papel blanco con solo 200 palabras.

Un Divorcio Pendiente ©Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz