Dad Chan ↣ Stray Kids

Memories

－¿Y de dónde ha salido la adorable Roseanne?.—Indagó más.

－Del evento al que fui ayer con Eunwoo.

－Espera involucra al perfectisimo Eunwoo, ni es tan guapo pero ya sabes, parece que lo sacaron de un dorama, así que tienes que pensar bien las cosas y ser un poco realista.

－No, no, ella no conoce a Eunwoo, de hecho tenía que darme unas indicaciones y pues... Al final del evento me la reencontré, le pregunté algunas cosas y quedamos en vernos mañana.—Bambam abrió la boca ligeramente sorprendido, luego le abrazó con fuerza.

－¡Mi pequeño Bangchan esta saliendo de su cascarón!, que rápido creces.

－Eres un pesado de primera.—Se quejó él, tratando de deshacerse de su mejor amigo.—Solo es una salida, deberías volver a la charla de no ilusionarme.

－Le preguntaste cosas y a veces eres bastante ñoño, así que si no la espantaste ayer, dudo que lo hagas mañana, ¡Fighting!.

🎈🎈🎈

Chris había llegado diez minutos antes a la heladería que habían acordado, su terapeuta le había recomendado dejar el café debido al insomnio que había desarrollado luego del trauma de haber perdido a Yugyeom, así que una cafetería no sería opción porque se vería tentado a dar explicaciones que no quería dar solo para no espantar a la chica.

Estaba demasiado nervioso, sus manos sudaban y su corazón en cualquier momento saldría, su pierna repiqueteaba inquieta y en su mente solo se repetía que debía calmarse.

Ser tu mismo con alguien nuevo no está mal, recuerda que todos nacimos con un alma similar a la nuestra esperando a encontrarnos.

Eso le había dicho el terapeuta en su sesión de hoy, pues él confiadamente le había contado acerca de su cita-no-cita.

Roseanne entró cinco minutos antes de la hora acordada, le gustaba ser puntual así que con la música de Heize sonando en sus auriculares, estaba buscando con la mirada un sitio libre pero para su sorpresa, el chico ya estaba ahí.

－Llegas antes.—Le dijo ella al tomar asiento frente a el—.Hola, ¿cómo estás?.—solto después en un tono más amable.

Se había pasado la mañana entera con la mente en otra galaxia por culpa del chico frente a ella. Si, Roseanne había caído bajo el encanto de la sonrisa y cortesía de un completo desconocido.

－No quería hacerte esperar, es de mal gusto.—Ella sonrió y él hizo lo mismo como acto de reflejo—. Lo siento, hola, estoy bien, ¿cómo estás tú Roseanne?.

－Roseanne es muy largo, puedes llamarme Rosé, así me dicen mis amigas y si, es de mal gusto, de hecho me parece mejor llegar antes, la puntualidad dice mucho de alguien.

Incómoda, si, pero estaba nerviosa a más no poder, él la estaba viendo y ella quería parecer relajada pero sentía que en cualquier momento los colores se le vendrían a la cara.

－¿Quieres el helado ahora o prefieres hablar primero?.—Ella jugueteo con sus dedos pensando en una respuesta mejor para darle.

－Oye, ¿Chris no?.—Mentirosa, recordaba perfectamente el nombre del chico pero se haría la interesante—. Bueno, la verdad me gusta ser sincera y, comenzaré preguntándote algo.