Capítulo 2

154 20 4
                                    

Quito mis auriculares, y elijo leer un poco, el libro que encuentro a la mano entre tantos que llevo, creo que llevo más libros que ropa, 50 sombras más oscuras aparece y leo, el tiempo pasa a mi alrededor y ni cuenta me doy, pero siento una respiración en mi cuello y unos ojos clavados en el libro, leyendo a la par conmigo, me pego contra la ventanilla y ahogo un grito, me sorprende tener tan cerca al hombre sexy ojos esmeralda, musculoso, labios provocativos... mmm.
-Disculpa, lamento haberte asustado-dice, hasta su voz es sexy, estás pálida, llamaré a la azafata, ahora soy yo el asustado-
-No, estoy bien, sólo me sorprendiste-logro balbucear.
-Uff, gracias a Dios. Te vi sola y quise hablar un rato contigo pero estabas tan entretenida en el libro, aunque bueno, teniendo en cuenta el libro, no es para menos- sonríe.
-Ah, es que, cuando leo soy así, solamente existe el libro y yo- respondo.
-¿Es la primera vez que viajas en primera clase? No te he visto por aquí- Pregunta. -Tanto se nota- digo y siento que estoy roja. El ríe y su risa es contagiosa. -Por cierto, te traje una copa de vino, debes estar harta de tomar solo agua- dice entregandome una copa.
-Gracias- recibo la copa y nuestros dedos rozan y siento una chispa desde mis dedos de las manos hasta los de mis pies, tomo el vino sin pensar en que pueda tener algo raro, me siento confiada con él. Está delicioso, es tan diferente y sutil, y pensar que nunca me gustó, aunque es obvio, las veces que lo probé era vino de mesa barato, asqueroso. Este es exquisito. Él observa cada movimiento que hago y lo veo cruzarse de piernas, eso es, cariño, sonrío para mis adentros.

-¿Te gusta leer, eh? Que pregunta más tonta- dice tratando de disimular la pena que acaba de pasar y cambiando de tema bruscamente -Me encanta- contestó tranquilamente quitandole hierro al asunto.
-Y ponerlo en práctica, ¿también te gusta?- Susurra en mi oído de repente. No había notado que estaba encima mío prácticamente.
-Contigo, sí- pienso.
-Excelente respuesta, hermosa- sonríe y eleva las cejas, en un gesto provocativo. Mierda, dije eso en voz alta, se supone que estaba pensando. Él acerca su mano a mi mejilla y me besa frenéticamente, con avidez, sin pensarlo dos veces, le devuelvo el beso con la misma intensidad, y no soy consciente que me quitó la copa de las manos y nos dirigimos al baño más cercano, sus besos llegan a mi cuello, clavícula, hombros; nos deshacemos de la ropa, que queda en un charco en el piso, y tal como lo sospeché tiene un cuerpo muy trabajado; entre besos, caricias, embestidas, llegamos al clímax y me sostiene hasta recuperar las fuerzas. Luego me baja, y empieza a vestirse, yo lo observo, estoy tan abstraída viendo su cuerpo, ha terminado de vestirse y yo sigo desnuda, el sonríe y me besa tiernamente en los labios.
-Yo soy quién debería estar impresionado con tu belleza pero estamos a punto de aterrizar y no me da tiempo para admirarte como te mereces, adiós, hermosa- sale del baño dejándome feliz pero confundida, ni siquiera sé su nombre. Me visto rápido y salgo para buscarlo pero la azafata me ordena sentarme, estamos aterrizando. Mis ojos lo buscan y no lo veo, bajo del avión y nada, el hombre que me hizo el día se ha ido.

Giros Inesperadosحيث تعيش القصص. اكتشف الآن