— ¿Enserio?

—No —negó Rachel apretando sus labios en una sonrisa—, pero eras una de las que no tenía pareja aquí así que, no lo sé —se dejó caer a un lado de ella—, supongo que soy tu única opción —le sonrió.

—Para ser la nueva de la que todos hablan yo no soy tu única opción —dedujo mirándola de reojo.

— ¿Tu nombre? —Rachel ignoró completamente lo que antes había dicho la chica.

—Ruby.

—Ruby —repitió—. Lindo nombre —dijo con sinceridad.

—Mira, te diré algo —Ruby se acomodó de costado para mirarla— no creo que quieras establecer algún vínculo conmigo —se señaló a ella misma y la rubia frunció el ceño pero la dejó continuar—. Digamos que la gente tiende a ignorarme, a hacer como si yo no estuviera aquí. Supongo, o quiero creer que para alguien nuevo lo que menos le conviene es que sea ignorado solamente por con quién se junta, así que no lo sé, no te lo recomiendo —miró por un segundo fijamente a Ruby y vio como la chica mordió su labio con inquietud, dejando de hablar.

—Ahora yo te diré algo —se señaló ahora a ella—. Aunque te sorprenda prefiero no tener la misma popularidad que veo que está teniendo mí hermano así que si juntarme contigo me hace pasar desapercibida, acepto el reto —se encogió de hombros dejando a la pelirroja sin saber que decir.

—Bien... —hizo una pausa y se acomodó en su lugar mirando al frente—, me sorprendes —relamió sus labios.

—Pero antes dejame darte un consejo —Ruby la miró con el ceño fruncido—. Tómalo... de una chica que también pasó por esto —hizo un círculo en el aire refiriéndose a la situación actual de la chica—. Por un tiempo también fui como tú, mí hermano también de hecho, pero recuerdo que mí madre me dijo algo antes de morir —pasó su lengua por su labio inferior, tal como lo hacía su hermano—: si te ignoran, si te miran y ni te hablan o si no te integran es porque ellos saben que eres lo suficientemente buena como para opacarlos a ellos —su dedo índice fue a parar al grupo que era liderado por Steve Harrington.

» Se que no tiene mucho sentido pero créeme, te conocen tanto como para ignorarte, porque saben que si te dan la atención correspondiente los aplastarías a ellos y sus malditos estereotipos de popularidad —Ruby soltó una risa y ladeó su cabeza.

—Me caes bien, Rachel —aseguró con una sonrisa.

—Tengo ese encanto que comparto con mí hermano —la miró y la chica desvío su mirada mordiéndose un labio.

—Deja de hacer eso —pidió bajando su cabeza mientras soltaba una risita.

— ¿Hacer qué? —Rachel la miró confundida.

—El mirar así, es imposible mantenerte la mirada.

—Otra cosa que compartimos mí hermano y yo —ladeó la cabeza—. Debe ser por los ojos claros, no lo sé pero no conozco una persona que pueda mantenernos la mirada.

Aunque la excepción siempre fue su padre. En esos momentos era Billy quien no podía mantenerle la mirada a Neil.

— ¿Billy es tu hermano no es así? —ella asintió— No sé que tiene de especial que trae a todas locas pero si tiene tus mismos ojos puedo imaginarmelo.

Rachel rió negando con la cabeza. Lo principal que llamaba la atención en su hermano eran los ojos y la mirada penetrante, pero fuera de eso era más su actitud de ganador la cual llamaba más la atención.

HARGROVE | steve harrington.Where stories live. Discover now