Capitulo I

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— ¿Es cierto que hay un monstruo en la montaña?

— ¿De nuevo, BoGum? — Jungkook miro al chico de 12 años quien se veía avergonzado después de decirle a todos los chicos de grados menores que la montaña en la que se encontraban pertenecía a un horrible monstruo de las nieves. — En ésta montaña, vive un ermitaño, es una persona a la que le gusta estar sola y vivir rodeado de naturaleza. 

— ¿Estás seguro que esa es la verdadera definición?

— Estoy salvando a tu alumno de un trauma, Jimin. Ocúpate.

— Mejor ocúpate de tus alumnos, que se están metiendo con mis pequeños.

Jungkook rodó los ojos cuando dejo al infante con su maestro encargado, lo cual le molestaba ya que el tenía bajo su dirección a los alumnos de primer grado de primaria y a los de preescolar, pero por azares del cruel destino, para este viaje, y porque según tenía madera de líder, se le asigno el grupo de sexto año, el cual se le estaba haciendo un poco difícil, no iba a mentir. 

Más porque BoGum, el chico que comenzó con ese tonto cuento de pueblo, había corrido justo en dirección al área prohibida de la montaña en donde no estaba habilitado para las personas.

Se dedico a seguirlo lo más cerca posible, la nieve densa le dificultaba un poco el paso, pero cuando realmente ya no logró verlo, fue cuando comenzó a preocuparse.

— BoGum, ya casi es hora de que parta el autobús, no voy a regañarte, solo es hora de regresar a casa. — definitivamente no era bueno con los adolescentes, ya que si recordaba su época dorada, no vendría ante el llamado de un profesor que acababa de decir lo mismo que él dijo. 

El viento frío golpeó su rostro y su cuerpo entero tembló, a medida que más se metía entre la maleza blanca de la montaña por encontrarse en esa época de invierno, sus pies y manos se entumían ligeramente hasta llegar a un grado en el que se sentían menos funcionales.

Estaba a punto de darse por vencido cuando su teléfono sonó, solo para recibir una noticia que terminó de helar su cuerpo.

"¿Jungkook? ¿Dónde estas? Los autobuses ya se fueron, no faltaba ningún niño, yo mismo vi que BoGum subió, me he quedado para esperarte pero nos están sacando del parque, viene una tormenta de nieve, por favor, Jungkook, no estoy para estas bromas, ¿Kook?, No te escucho, ¡Jeon!"

La línea en su teléfono se cortó y casi dejó escapar un grito, casi, porque su garganta estaba comenzando a sentirse irritada, Jungkook giró sobre su propio eje un par de veces, intentando encontrar un camino o una señal de por donde había estado caminando, pero la nieve que cada vez caía en mayor cantidad se encargó de borrar todo rastro de sus huellas. 

Jungkook solía hacer ejercicio practicando senderismo, pero no en esa montaña, le avergonzaba admitir que también fue presa de los cuentos de terror de los habitantes de su pueblo, así es, sobre el abominable hombre de la montaña. 

Pero si había algo que sí tenía en ese momento, era determinación, y definitivamente no iba a morir en esa montaña, ni a manos de la nieve ni de cualquier chiflado que se encuentre, por lo que armado con un pedazo de rama que encontró mientras caminaba, se dirigió a buscar una alternativa en medio de aquella noche entrante y el comienzo de una tormenta que le tenía empapado y helado. 

Todo indicaba que sí iba a morir, sin embargo, al final de lo que creyó que era un camino cubierto de nieve, alcanzo a divisar una luz amarillenta, y soltó su rama al estar tan aliviado de que seguramente  Jimin había logrado convencer a los guardias de que siguieran buscándole, Jungkook no se había sentido así de feliz desde aquella vez en la que se emborracho por primera vez con uno de sus hyungs. 

— ¡Estoy aquí!

— ¡Cállate!

El corazón del pelinegro volvió a acelerarse porque eso definitivamente no sonaba como el guardia viejito que les había dado las indicaciones cuando el paseo empezó, agregando el ensordecedor disparo que le aturdió por unos momentos que seguramente era de un arma real y no de esa pistola eléctrica que había visto colgar en el cinturón del resto de los guardias. 

Y Jungkook corrió, lo hizo porque al final del día prefería morir congelado con la esperanza de convertirse en una muy bien conservada persona momificada, una que en algún momento los científicos o la policía encontrarían, no le importaba, de verdad, todo era mejor que morir a manos de un chiflado con un arma,  ¿por qué las películas de camino del terror venían a su mente en estos momentos tan críticos? 

No escuchaba nada, no veía nada, solo sentía sus piernas enterrarse más y más en la nieve mientras intentaba escapar a un lugar que su mente ni siquiera imaginaba, por lo que no fue extraño que lo que definitivamente mataría a Jeon Jungkook sería un árbol que le tumbo con fuerza contra la nieve, sacudiéndolo lo suficiente como para que más nieve cayera sobre su cuerpo, enterrándolo. 

— Tienes ojos de ciervo asustado pero definitivamente no eres uno, ¿qué se supone que haga ahora con la tormenta respirándome en la nuca?

El cuerpo de Jungkook fue sacado de la nieve con fuerza, en donde su poca conciencia solo le permitió escuchar la voz gruesa de aquella persona que habló hace algunos segundos, sin embargo, no duro mucho antes de que el frío, el miedo y el golpe que recibió contra ese árbol, lo dejaran inconsciente. 

 

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Winter Heart - VKOOK//KOOKVWhere stories live. Discover now