- E D D I E ' S D A Y -

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Lovers Lake, Hawkings

L

os viernes eran conocidos para la pareja como "El día de Eddie"

Liana saliendo de la preparatoria se iba con el a su casa, comían algo que la madre de ella les preparaba, Liana usaba la camisa del Club y hacían toda clase de cosas, si sabes a lo que me refiero

Aunque había veces que solo veían películas, y comían, o habían veces que Liana le hacían mascarillas a su novio, salían a nadar al lago por las noches, y luego Eddie miraba las estrellas mientras Liana enroscaba cada uno de los mechones húmedos de su pareja

Pero hoy, sería diferente, hoy eligieran la casa de su futuro

Se encontraban cerca del lago lovers, a 20 minutos de cada una de sus casas, y los acompañaba la secretaria de la madre de liana

Ambos chicos eran completamente diferentes, desde solo verlos

Liana llevaba un vestido floreado color amarillo, con sandalias blancas y bolso rosa, a juego con las flores de su vestido

El, pues Eddie seguía siendo Eddie, camiseta de Metallica firmada por los integrantes, algo así como un tesoro familiar para el, regalo de su suegro, una chaqueta de cuero negra, pantalones razgados color azúl y botas militares

La secretaria de su madre, amiga de esta misma, solo podía reír internamente al pensar en que su hijo sería la combinación más extraña en la moda

—Ok, tu madre me comento que quieren una casa grande, pero no exageradamente grande, quieren dos o tres pisos, un jardín grande y de preferencia cerca del lago lovers —Dijo la secretaria mirando los papeles que tenía en la mano—Para su suerte, encontramos una casa perfecta para ustedes, síganme

Caminaron unos segundos y abrieron una reja algo alta, perfecta para que los niños no se escapen

—Esta es la casa—Dijo dejando pasar a ambos antes que ella, para que la pudieran admirar

Liana estaba encanta con lo familiar que se veía la casa, era grande pero no exagerada, tenía un enorme jardín y acabados preciosos

Eddie, solamente pensaba en su extrema similitud a un castillo, y como podría usar el sótano para convertirlo en una mazmorra o calabozo, para tocar la guitarra y jugar D&D en sus ratos libres

Ambos estaban encantados

—Ne el garage hay espacio para para 3 autos, tiene 5 habitaciones, cada habitación tiene su baño y hay un baño de visitas en la primera planta—Dijo la mujer abriendo la puerta

Por dentro era preciosa también

—La habitación principal es la última del corredor subiendo las escaleras del segundo piso—Explicó—En el tercer piso hay dos habitaciones y el ático—Revisó una vez más sus documentos—Hay un jardín trasero y delantero enorme, y por último pero no menos importante, el sótano está acondicionado, no tiene ninguna falla, tiene la iluminación perfecta y no hay ruidos externos—Explicó señalando una puerta alado de la entrada a la cocina—Los dejaré solos para que puedan verla

La mujer salió y Liana y Eddie comenzaron a mirar todo

—Cariño, es perfecto para tí, podemos insonorizarla completamente para que puedas tocar la guitarra todo el día sin despertar al bebé —Dijo Liana apenas bajaron al sótano

—Es increíble—Comentó Eddie, habían pasado ya unos días desde que recibió todas las noticias, aún había mucho que digerir, parecía un sueño

—Ven, vayamos a ver nuestra habitación—Dijo tomando la mano de su novio y subiendo las escaleras, el solo cuidaba que no diera un mal paso y callera rodando por las escaleras

Al llegar a la habitación ella se imaginó todo lo que vivirían, todas las experiencias que tendrían allí

Munson pensaba en que pronto, comenzaría su vida allí, con su novia, estaba viendo su futuro

Entraron al baño, al ver una bañera ambos pensaron en cosas muy poco cristianas

Y por fin, llegaron a la habitación que sería de su dragoncito

—Es perfecto, cariño—Dijo el tomando a su novia por la cintura, quien se encontraba de espaldas a el

Se veía que anteriormente perteneció a un niño, habían marcas en la puerta, pertenecientes a la altura de un niño

Color azul bebé, y con dibujos de crayolas en las paredes

—Me encanta —Dijo Liana acariciando las manos de su pareja, las cuales estaban en su abdomen, acariciándolo con amor

— Los viernes ya no serán los días de Eddie, serán los días de los Munson—Dijo el Besando la mejilla de su novia

—Pero yo no soy Munson—Dijo ella extrañada

—Lo serás pronto, cariño—Dijo está vez, tomando una de sus pequeñas manos entre las de el, para besar aquel pequeño y delicado anillo de promesa

El mejor de los mejores días de Eddie

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