(✓) 𝐍𝐄𝐖𝐁𝐔𝐑𝐘 𝐏𝐀𝐑𝐊 •˖* Bryce Hall

chapter fourteen

🚗.🚦. 14 | i'm sorry

Toc, toc!

Fuertes golpes en la puerta de mi hogar retumban por todos lados, estos mismos que también lograron despertarme.

A débil pasos camino hacia la entrada, no me encontraba con fuerzas ni humor como para lidiar con problemas a tan temprano. Los últimos días habían sido bastantes difíciles y suficiente tenía con eso.

Mis ojos inflamados y rojos de la noche anterior por tanto llorar lograban hacer que la luz de la mañana doliera a simple vista. Estaba cansada, sin dejar por desapercibido el dolor insoportable en mi cabeza.

Toc, toc.

Volví a escuchar y de mal humor voy y abro la puerta.

—Más te vale tener una buena razón para venir tan temprano como una loca, Dix. —brame abriendo la puerta, creyendo que se trataba de mi mejor amiga ya que cada mañana en los últimos días ella venía a visitarme. Esta vez no se trataba de ella. —Bryce. —murmure su nombre, asombrada pero dejándose ver mi odio hacia el.

—Hola. —saludó el, tímido.

—¿Que estás haciendo aquí? —brame molesta. —¡Sabes que! No tengo nada que hablar contigo, adiós. —dije y cierro la puerta en su rostro, o eso intento por que sus ambas manos en la puerta me lo impidieron, era claro que el tenía más fuerza que yo como para empujar la puerta con facilidad y así volver a abrirla.

—Guarda silencio y déjame aclararlo. —ordenó.

Estaba vez accedí, me encantaría escuchar que tipo de pretexto pondría.

Dejando que hablara mantuve mi distancia de el, cruzada de brazos mientras veía cómo era que duda bastante, su mirada viajaba hacia todos lados pero aún así no buscaba mis ojos, intentaba no tener contacto visual.

—Adelante, te escucho. —brame, perdiendo mi paciencia.

—Yo.. yo lo siento. —entonces fue lo que dijo, tanto tiempo desperdiciado esperando para solo esa estupida oración.

—¿Ahora lo sientes? ¿En serio? —ironicé, una risa escapó de mis labios.

—Si. —admitió el decaído.

—Decir lo siento es una simple palabra, esta a menos que en verdad lo sientas. —hablé firme. —A ti no te importo herirme, Bryce. —continúe hablando tras una pausa. —Si deseabas algo en serio conmigo podías decirlo, si deseabas solo sexo, solo era eso, sexo, de igual manera también podías decirlo. ¡Pero no lo hiciste! —exclame. —Bravo, Bryce. Lograste ilusionarme.

Mis palabras le dolían, lo podía ver a simple vista en su rostro, como el se retenia por no romperse en llanto.

Las palabras de Dixie, mi mejor amiga vinieron a mi mente a esa primera noche en la que me había desmoronado frente a ella por esta situación.

—Escúchame. —llamó ella mi atención, tomándome por las mejillas con ambas de sus manos. —El día que el venga a actuar como un herido y arrepentido, tú lo mandaras a la mierda. ¡Escúchame y énvialo a la mierda.

Esas fueron las palabras exactas de Dix esa noche, esas mismas palabras que se me habrían quedado grabadas a la perfección. Ella en verdad había predecirlo todo.

No quería resultar aún más herida pero, pero esta vez la escucharía.

—Puedes irte a la mierda, Bryce. —solté con odio. La seguridad con lo que le dije le sorprendió, inclusive a mi que no me reconocía. Toda mi vida había tratado tan bien a las personas porque jamás deseaba que fueran tratas mal. —No quiero volver a saber nada de ti, ¿entiendes? No quiero que te aparezcas aquí, que me busques o que intentas mantener contacto conmigo. —dije, el temor en su rostro era notorio. —Adiós. —dije como último y esta vez cerré la puerta en su cara.

Me mantuve ahí de pie, me desmoroné ahí pero no una sola lágrima derramada. Solo era la herida de desprenderte de alguien, de alguien a quien te habías aferrado y que claramente no era una herida fácil de cerrar.