Lover

186 39 8
                                    

Salía habitualmente con Ken, llevándolo a los lugares más turísticos. Muchas de las parejas que estaban por ahí se tomaban fotos, subiéndolas a sus perfectos feed de instagram y presumiendo sus relaciones a los cientos de seguidores.

Pero yo no necesito nada de eso, ya no más aprobación social, solo él y yo disfrutando de un buen rato.

Nos besamos algunas veces, pero no intentamos nada más. Todo era muy platónico, puede que se porque ya no somos pubertos y podemos tener una especie de relación más adulta y menos pasional.

Lo llevé a un playa privada, por la que solo se puede acceder por unos peñascos y la cubre una vegetación que la oculta perfectamente.

Llevamos algunas cervezas y algo de comida para pasar la tarde.

Aquí no viene nadie a menos que conozcas el lugar, así que no abría problema de que alguien viniera que fisgonear.

Kenny instaló la sombrilla que llevábamos y yo puse nuestra manta sobre la caliente arena, saqué las bebidas y nos acostamos uno al lado del otro, disfrutando del sonido del agua y la brisa que nos refrescaba la piel.

-¿Si pudiera cambiar una solo cosa de tu vida que sería?- me preguntó con la intención de saber más sobre mi.

Lo pensé por un rato, lo primero que me ocurrió fue nunca haber conocido a mi ex, pero es mucho pedir, me fui por la respuesta más sencilla.

-Terminar la universidad, solo hice un año... pero hubiera sido un logro ¿ y tú?

-Nada, haría cada cosa tal cual lo hice, gracias a eso estoy aquí.

-Eso es lindo, no todos piensan así.

-Tú eres linda- me tomó por la cara, acercándonos y besándome, de a poco quedé sonre él. Tocándole el pecho y él mi espalda.

Me acomodé a horcajadas sobre Kenny para poder maniobrar mejor, sus manos recorrían mi piel y me susurraba curcilerias al oído.

Sentí un bulto debajo de mi, diciéndome que mis caricias estaban surtiendo efecto sobre él. Le di un beso más antes de dar el siguiente paso.

-Yo lo haré si tú quieres- le dije jadeante y deseosa porque me dijera que si.

-Nunca lo he hecho en una playa- sus manos se posaron en mis caderas, jalando un poco el elástico de las bragas del traje de baño.

-Siempre hay una primera vez samurái.

Llevé mis manos a la espalda, jalando uno de los hilos para deshacer el nudo de mi sosten, soltando mis pechos y dejándolo en la arena.

Sus manos gruesas pero terzas subieron a mis pechos, acariciándolos y estudiandolos.

-Cómo sea eres hermosa.

No sabía que contestar a eso, mejor me dejé llevar. Nos dio vuelta, quedando debajo de él y después me quitó las bragas con los dientes.

Besando cada pedazo de mi piel que estaba a su alcance.

Separé mis piernas para tenerlo cerca, nunca me había sentido tan cómoda estando desnuda frente a alguien.

Él se quitó su última prenda, quedando en igualdad de condicione. La punta de su pene amenazaba con entrar, pero solo la pasaba por mis labios íntimos para masturbarse.

Sus dedos pellizcaban mis pezones, poniéndolos rojos y su boca dejaba lunares por mi cuello y pecho.

De mi boca fue formando un camino de besos hasta mi entrepierna, metiendo su lengua en mi punto sensible y estimulando lo suficiente hasta lograr arrancarme algunos gemidos de placer.

Cruel SummerWhere stories live. Discover now