- Eddie - Dijo enternecida - Es hermoso - Tomo el collar entre sus manos y abrió el pequeño brochesito para dejarlo descansar sobre su cuello. El collar resaltaba sobre su pálida piel, el rojo en definitiva era su color.

- Me alegra que te guste - Dijo más tranquilo  y con una sonrisa - Te queda lindo - Respondio señalando el collar y rascando la parte trasera de su cabello.

- Todo lo que tu me regales me quedará lindo, Edds - Respondio aún con una sonrisa, metió un par de libros a su mochila y cerró su casillero.

- Ese apodo es nuevo - Respondió caminando a su lado.

El día transcurrió tranquilo, Eddie se esforzaba por llamar la atención de Angie cada vez más con bromas o pequeños halagos que hacían que sus piernas se pusieran como gelatina. El acercamiento entre ambos era evidente a los ojos de las demás personas.

Todo el círculo social de Eddie había notado el capricho que tenía hacia Angie, como de la anda hablaba de ella o decía en voz alta "a ella le encantaría esto!" cada que miraba algo o viviera una mínima situación que le recordara a la pelinegra.

Inevitablemente se estaba enamorando.

- No te preocupes por mi, papá me recogerá - Le dijo cuando el timbre había sonado y ambos se dirigían hacia la salida. Eddie asintió, un poco decepcionado de no poder pasar más tiempo con ella.

- Entiendo - Ambos pararon frente a la camioneta de Eddie, sintiéndose algo nerviosos y confundidos por la forma en la que deberían de despedirse - Te veo mañana - Hablo Eddie, asegurando que llegaría temprano solo para verla.

- Por haya esta mi papá - Dijo Angie señalando el auto color verde - Hasta mañana, Edds - Se puso de puntitas y beso suavemente la comisura de sus labios, corrió en dirección contraria como una niña pequeña dejando atrás a Eddie con una sonrisa boba. El metalero se llevó ambas manos a los bolsillos de su pantalón, sus mejillas ardían y estaba seguro de que tenía cara de idiota ahora mismo.

Saco las llaves de su pantalón y subió a la camioneta.

Angie abrió la puerta de copiloto y subió rápidamente, saludo a su padre con un beso en la mejilla y comenzó a hablar sobre su día. Hoy era la dichosa cena y Barry Hawks era posiblemente el más nervioso de todos.
Con su corbata floja por que sentía una presión enorme y sus manos sudorosas tomando el volante. Llegaron rápidamente a casa para prepararse antes de la cena.

Angie necesitaba una gran ducha para sacarse el estrés de la escuela, podía manejar tener varios trabajos escolares a la vez y exámenes que se juntaban, pero su poco vida social comenzó a irse a la mierda después de lo que pasó con la horrorosa Margaret en el gimnasio.
Y después de eso comenzaron a pasar más cosas, la gente temía de hacerla enojar por que no tenía mucho "control". El pánico solo se esparció más cuando en clase de Español hicieron un debate sobre los derechos de las mujeres, algo absolutamente ridículo a los ojos de Angie por que los derechos de las mujeres no son debatibles.

- Solo digo que el aborto no es una solución - Dijo James, moviendo sus papeles nerviosamente.

- Perdona - Hablo Angie - No sabía que un hombre podría opinar acerca de lo que es mejor para una mujer - Se llevo una mano al pecho - Te daré un recorrido por los efectos de un embarazo y el parto, Jason - Todos en el salón miraban la escena con interés, apenas tenían 20 minutos de debate - Alta mortalidad de la madre, es una de las principales. Riesgo de preeclampsia y eclampsia, Fistula obstétrica, complicaciones debido a abortos clandestinos, malformaciones de el feto, muerte de el clitoris, estrés y depresión postparto - Siguió leyendo - Puedo proporcionarte imágenes, Jason - Abrio su carpeta y saco una par de hojas - Así es como se mira la vagina de una mujer en el parto - Puso la imágen frente a sus ojos - ¿Enserio crees que una mujer que ha pasado por abuso sexual o simplemente no se siente lista para tener hijos quiere pasar por esto y todos sus efectos? - Pregunto, más para los demás que para el mismo Jason.

𝐏𝐀𝐑𝐀𝐍𝐎𝐈𝐃 | e.m.  (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora