¿Quién diría que con un simple encuentro todo cambiaría? El destino de Japón comenzó gracias a ellos dos y sus herederos han realizado increíbles hazañas con dificultades, bromas y romance de por medio. ¡Todo es posible en esta mágica tierra! Hadas...
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── Pero primero... Me gustaría saber a quién estoy salvando de Orochimaru antes de proseguir con la misión... ── mencionó Rock Lee fijando su mirada en aquel pequeño pelirrojo de ojos aqua que tanto le había llamado la atención. ¿Por qué? No lo sabía; era un chico serio e importante, le vendría bien tenerlo de su lado y convertirse en su amigo. Debía ser eso.
── Te recomendaría que dejaras de hacerte el interesante, debemos darnos prisa o aplastarán a las divisiones de Yamato y Asuma. ── le susurró Shikamaru con cierto fastidio en su tono de voz y en su mirada.
── Supongo que deberíamos, al menos, decir nuestros nombres. ── comentó Shizune colocando una sonrisa. ── Tal vez no me recuerden muy bien, pero Soy Shizune, Shizune Kato.
── ¡Shizune-san! ¿Cómo olvidarla? ── Lee corrió hacia ella para abrazarla, pues la conocía desde que era muy pequeño y de un día para el otro desapareció, la perdió y no supo nada más de ella hasta el día de hoy. Shizune siempre fue algo así como una tía para Rock Lee, Shikamaru y todos sus amigos y verla ahora, luego de tanto tiempo, emocionó bastante al primero.
── A mí también me alegra verte, Lee. ── Shizune cortó el abrazo y le dedicó una mirada a los hermanos que los obligaba a presentarse con los caballeros.
Gaara, con la típica tonalidad seria que siempre usaba, hizo caso a la azabache diciendo: ── Mi nombre es Gaara No Sabaku, soy el hermano menor. ── se presentó. A Lee se le asomó una sonrisa mientras asentía. El pelirrojo señaló a su hermano mayor. ── El idiota castaño de allá es Kankuro, el hermano del medio. ── el aludido expresó su ofensa mediante un quejido mientras se cruzaba de brazos y Gaara señaló, con su mano, a la otra mujer. ── Y ella es mi hermana mayor...
── Temari. ── mencionó la muchacha de manera concisa, curveando sus labios de una manera no muy confiable pero que a Shikamaru le pareció muy simpática – aunque problemática – y no dudó en comentar en voz alta:
── Con que Temari... ── ensanchó la sonrisa casi invisible que portaba en su cara y analizó de pies a cabeza a la muchacha. Su cabello rubio, sus ojos verdes y aquel vestido largo color karma –de largas mangas y que llegaba hasta sus pies– que tan bonito le sentaba. Su piel era bastante clara, se veía suave, su voz era profunda, sus labios eran rosados. Sin dudas la princesa era una mujer bellísima y merecedora del título de la "más hermosa en la nación de la arena". ── Temari... ── pronunció de manera pausada, tomándose su tiempo para modular y disfrutar cada una de las sílabas del nombre perteneciente a aquella hermosa muchacha. ── Nunca había conocido a una Temari antes, qué problemático.
La múltiples veces mencionada suspiró llevando una mano a su cadera y soltó una risilla. Ese chico era un niñito –evidentemente– enamorado y tomaría provecho de ello. Sus encantos le serían de ayuda para conseguir información confidencial cuando lo necesitara o para acceder a sitios restringidos sin problema alguno. Tras su risita inaudible clavó su mirada sobre los ojos avellana del Nara. ── Bueno, ya conoces una. ── se dio la vuelta y buscó algo entre sus cosas, pues no se iría con esos dos así como así, debía estar preparada, llevarse sus objetos de mayor valor o que más necesitaba por lo que recogió su libro, una daga y una muda de ropa y las introdució en su mochila. Se detuvo antes de abrir su armario y comenzó a dudar en si llevarse o no su arma de más utilidad para luchar en el campo de batalla, pero después de replanteárselo, decidió que mejor no lo llevaría, después de todo, no quería ser descubierta por cargar con semejante peso. Además, estaría bien con algunas dagas y su habilidad en el combate mano a mano... Eso creía.
