— Ok. Comienzo a empatizar contigo niño... Te ayudaré a encontrar a tu hermano.








Nuevamente, y como ya era de costumbre, se encontraba en su escritorio realizando su trabajo, pero, por más que intentaba concentrarse en las palabras escritas en aquella hoja que sostenía en sus manos, no podía. Un hombre había entrado a la oficina de su jefe desde hace más de media hora, y aún no salía... Qué era de lo que tanto hablaban, ahora sí tenía curiosidad, ahora sí quería saber.

Estaba tan sumido en sus propios asuntos, que cuando la puerta de la oficina se abrió, se llevó un pequeño susto. Soltó las hojas y presionó el pequeño botón.

— Secretario Xiao...

— Señor.

— Despeje mi agenda el día de hoy por favor, tengo algo importante que hacer. Y puede retirarse a la misma hora que los demás, ya no voy a volver.

— ¡Pero señor-

— Házlo — fue lo único que respondió antes de alejarse.

Suspiró.

No sabía si podía fiarse del nuevo, pues, el hombre solo había llegado y decir, "Vengo a ver a Wang Yibo" no dio su nombre ni ningún tipo de información. Y cuando llamó al castaño, este solo le pidió dejarlo pasar.


















— Desde ese día no he tocado nada, todo está tal cual y cómo lo dejó.

Fue lo que dijo abriendo la puerta de una habitación dejando ver todo en su interior.

— ¿Era... Muy ordenado?

— Aunque no parezca — respondió el castaño asintiendo con una pequeña sonrisa.

— Ya veo...

— ¿Hay... Hay algo que esté mal? — preguntó al ver el rostro del detective.

— Por más ordenada que sea una persona... Por más incómodo, extraño y con miedo que se encuentre... No va a encontrar ni tiempo y no va a tener cabeza como para dejar su habitación perfectamente ordenada... Si dice que no tocó nada, entonces por qué la habitación se ve así de impecables.

Yibo abrió sus ojos con sorpresa. Lo que le había tomado diez años a la policía descubrir, este detective lo había descubierto en minutos.

— ¿A qué-a qué... Qué trata de decir?

— Es una suposición... Pero, sin contar el hecho de que me dijo que cree que fue asesinato y no suicidio... Alguien vino a ordenar todo, para conseguir algo, o para destruir evidencia.

Wang Yibo tragó saliva con dificultad y dejó que su espalda chocara contra la pared del pasillo. Soltó un jadeo y sus manos fueron a apagar a su cabeza. No lo veía, pero el hombre ya había entrado a revisar con detenimiento.

— Como ya le dije, es una suposición. Deme unos días para revisar la información más a detalle... Aquí hay cosas que, o la policía ignoró o simplemente encubrió — comentó mientras abría el armario.

Mi los diez años que le tomó a la policía, la única noticia que lo había puesto tan mal como ahora, había Sido cuando recibió aquella llamada. Esa llamada en la que le informaron en la que su hermano menor se había quitado la vida.























— No podríamos aplazar está reunión para el día de mañana. El señor Wang se encuentra indispuesto en este momento, su salud es un poco delicada... Entiendo, comprendo la importancia de esto pero-... Está bien, intentaré que el presidente firme los documentos... Sí, sí, gracias — dijo cortando la llamada.

GHOST ▪︎ [YiZhan] Where stories live. Discover now