☂️1🐦

8.4K 812 662
                                    

[El inicio]

____ Sparrow.

Toda mi vida he sido la última en todo. Incluso de un maldito cubo que se dice llamar mi hermano.

Pero jamás lo he sentido gracias a Ben. Mi hermano número dos. Aunque el término hermandad no va mucho en nuestro manual de instrucciones de hoy en día.

En nuestra familia cada hermano tiene un número seguido de su nombre y es porque papá así nos los otorgó. Marcus número uno, Ben número dos, Fei número tres, Alphonso número cuatro, Sloane número cinco, Jayme número seis, Christopher número siete y yo. Número ocho.

Ojalá fuéramos una familia normal, siempre he soñado con eso. Pero nos tocó ser una que salva al mundo de cualquier cosa que lo ponga en riesgo.

Desde muy pequeños, recuerdo que Pogo nos preparaba en diferentes combates de pelea para medir nuestra fuerza y poner a prueba nuestros poderes.

Exactamente, poderes que obtuvimos desde que nacimos. Las primeras noches de mi niñez me ponía a pensar en cómo fue que los obtuvimos. Pero jamás lograba responder esas preguntas, así que sólo seguí el ejemplo de mis hermanos y disfrute de ellos.

Marcus, por ejemplo, fue asignado el número uno por su súper fuerza. Ben tiene extremidades de pulpo en su interior que jamás querrás conocerlas, Fei tiene un ejército grande de cuervos que son como sus ojos (literalmente, ya que es ciega), Alphonso tiene una malformación en toda su cara que no querrás ni tocarlo (en verdad, todo golpe que él reciba de ti, se replicará en tu cara), Sloane controla la gravedad de cualquier objeto o persona, Jayme puede hacerte ver cosas de tu pasado con un solo chisguete de saliva que produce su boca, Christopher es un cubo lleno de energía magnética y yo soy un cambia formas.

Puedo optar la apariencia de cualquier persona que vea teniendo sus mismas características, hasta las más mínimas. Pero por alguna extraña razón Ben siempre me lograba identificar, sin siquiera ver mi cicatriz.

Con Sloane siempre bromeamos con mi poder y provocábamos peleas entre hermanos saliendo exentas de toda culpa; ella era la más divertida pero aún siendo unidas, nunca sentí el mismo vínculo que con Ben, a pesar de que él era más serio, observador y reservado.

Supimos congeniar bien.

Casi se podría decir que somos como nuestras contrapartes en un espejo, lo digo por la cicatriz que cada uno tiene en un lado distinto de la cara y porque nuestras personalidades son tan diferentes que jamás pensarías que tan siquiera pudiésemos cruzar una palabra.

Esta mañana, cada quien estaba en su habitación descansando, estaba tan aburrida como todos los días desde que no habíamos tenido una misión ordenada por papá, que contemplar a las personas caminando por la calle y optar su apariencia ya no me emocionaba como antes.

Decidí ir por una galleta que Grace estaba preparando, lo supe por el olor que llegó hasta a mi habitación.

Pretendiendo no pisar las rayas del piso mientras caminaba, escuché un ruido proveniente de la sala principal.

Corrí cuando se intensificó y quedándome en el balcón, no sabía si lo que estaba viendo era real o alguna alucinación de Jayme por venganza de todas las bromas que le hice de niña.

Deseo incontrolable.Where stories live. Discover now