Entre tus Alas | DamiRae Week 2022

Dia 1: Liga de Asesinos

Invaluable

La oscuridad y tranquilidad habituales lo recibieron en su habitación.

La noche había caído sobre Nanda Parbat desde hace unas horas y este día se le había hecho particularmente largo.

Tomo aire y lo soltó tranquilamente mientras se dirigía hacia el baño dejando a su túnica y armas caer en el camino.

Abrió el grifo de la tina antes de girarse hacia uno de los espejos que reflejaba su cuerpo completo.

Finalmente vio la herida en su hombro izquierdo.

Un golpe fuerte, el único que llegaron a darle.

Un tono morado se extendía en esa parte que aun le molestaba un poco cuando la tocaba. Termino de desvestirse y dejo todo a un costado.

Sin nada cubriendo su cuerpo pudo ver completamente la zona lastimada.

-Eso no se ve muy bien- Una suave voz dijo detrás de el.

Se giro hacia la piscina y vio a su pequeña mujer sentada en el borde, lo miraba con un poco de preocupación en sus hermosos ojos mientras sus pies jugueteaban con el agua.

-No es nada- Le contesto con una sonrisa tranquilizadora -Nos tomaron desprevenidos pero todo salió bien- Se acerco para meterse en el agua mientras hablaba.

Ya habían pasado casi dos años desde que se había convertido en la cabeza de la Liga de Asesinos.

Las cosas iban bastante bien, todos parecían satisfechos, Shiva le decía que estaba haciendo un buen trabajo, Raven descansaba su confianza sobre el, segura de que la protegería.

Pero aun había gente que estaba en contra de que haya tomado el liderazgo, su tía principalmente y estaba decidida a hacérselo saber.

Se acomodo en la piscina descansando su cabeza entre las piernas de su amada, ella coloco una de sus manos sobre su hombro y la otra en su cabeza.

Sintió la placentera sensación de los poderes curativos de la hechicera recorrer su cuerpo y se permitió relajarse.

Su Raven había llegado a su vida como un regalo caído del cielo, literalmente.

Tres meses después de tomar su lugar como líder. La había visto caer en forma de cuervo en un bosque cercano y había corrido hacia la figura desparramada en el césped con rapidez.

Aun en medio de la preocupación no pudo evitar notar lo bonita que era cuando la tomo en sus brazos todavía en el suelo para comprobar su estado. Su cuerpo tenia varios raspones y una herida que sangraba en su frente la cual envolvió rápidamente con un pedazo de tela de su capa.

Mientras la cargaba noto sorprendido como las heridas iban desapareciendo de su piel blanca, seguía desmayada así que la llevo hasta una de las habitaciones.

Estaba ahí cuando despertó una hora después y no se veía nada asustada.

Cuando descubrió el alcance de sus poderes se dio cuenta porque.

Estaba huyendo de su familia, eso es lo que le dijo cuando pudieron conversar.

Ella le pidió ayuda y el no se pudo negar. No tardo en darse cuenta de que su huésped era una de las superheroínas del equipo Titan que había liderado Tim Drake...

-¿En que piensas?- La dulce voz corto sus pensamientos, hecho la cabeza hacia atrás para verla a los ojos, ella estaba lavando su cabello ahora, así que su acción mojo la falda corta de su camisón.

-En ti- Le dijo simplemente. Ella lo sabia, estaba sintiendo sus cálidas emociones, las que desprendía tan fácilmente cuando la tenia en su mente. Su amada le sonrió y acaricio su rostro.

-¿Qué exactamente?-

-En lo suerte que tengo de hayas aterrizado en mi jardín- Respondió con tono de broma aunque no lo era.

Desde entonces Raven lo había ayudado tanto como el a ella mientras se adaptaba a la liga.

Tenia experiencia como consejera. Lo ayudo a crecer como persona y a ser el mejor líder que pudiera ser.

-Mas bien que me estrellara en el- Soltó la demonesa después de un suspiro antes de inclinar su cabeza hacia su rostro, el se levanto un poco para unir sus labios que se quedaron juntos por un rato.

Cuando se separaron la empática hizo un ademan de levantarse, rápidamente se puso de frente a ella y la tiro de una pierna para hacerla caer en el agua.

-¡Damian!- Exclamo con sorpresa, el respondió con una carcajada suave.

Apoyo su barbilla en el pecho de la pelinegra antes de decir -Ahora debes ayudarme con el resto de mi cuerpo-

-¿Debo?- Pregunto con un murmullo juguetón.

-Así es- Le respondió.

-Es como ¿Una orden?- Siguió con el mismo tono.

-Exacto, es una orden de tu líder- Contesto con una sonrisa.

-Muy bien-

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Primera participación! Estoy emocionada

Finalmente pude escribir algo después de varios meses, este evento me dio la motivación que necesitaba

Espero que les haya gustado