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ooi

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ooi.- ❛imprudente

Estaba en un aprieto

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Estaba en un aprieto. Ni siquiera el mismísimo Anakin Skywalker, el prodigio de la Orden Jedi, era demasiado orgulloso para admitir que embarcarse en una nave de contrabandistas sin refuerzos, sin plan B, y sin medios de escape, no era su idea más brillante hasta la fecha.

Pero no podía dejarlo pasar. Ni siquiera estaba seguro de que el barco comerciara con esclavos, toda su sospecha había sido alimentada por un vistazo, pero no podía darle la espalda. Una infancia forjada en el sol y las cicatrices le aseguraba que nunca permitiría que otros sufrieran como él. No si podía evitarlo. Pero Anakin ahora se daba cuenta de que no iba a poder salvar a nadie si su propia imprudencia lo mataba primero.

El constante gemido de la maquinaria no engrasada funcionaba a la vez a su favor y en su contra, en el sentido de que sería más difícil de detectar, pero también sería más difícil para él detectar a cualquier otra persona. También significaba que era poco probable que la nave pasara una inspección de salud y seguridad incluso del más indulgente de los inspectores. El estruendo de la nave le recordaba a Anakin una bestia voraz y no podía evitar sentir que él era su próxima comida.

Manteniéndose cerca de las paredes, intentando ignorar la mugre y otras sustancias que no deseaba identificar, se movió por los pasillos poco iluminados en busca de los esclavos que sospechaba que estaban aquí. Si traficaban con personas, los encerraría antes de que saliera el segundo sol. Tal vez los mataría, si le apetecía. Y si se equivocaba... bueno, seguían siendo contrabandistas, así que podía usar esa excusa para proteger su orgullo.

La nave era más fría de lo que esperaba, su aliento se convertía en escarcha en el momento en que salía de sus labios, y en retrospectiva, deseó haberse puesto su vestimenta Jedi completa después de concluir su misión en la superficie del planeta en lugar de entrar a ciegas en una guarida de contrabandistas. Pero su agenda estaba, como siempre, medio pensada hasta el punto de ser considerada una lista de deseos más que un plan real. Pero, de nuevo, la historia ha demostrado que trabaja mejor bajo presión.

Delante de él, el pequeño pasillo se abría a un gran hangar, ocupado por pequeñas lanzaderas de transporte y carga –probablemente robada de todos los rincones de este sector– apilada contra las paredes. Hay que admitir que, para ser contrabandistas, estaban organizados. Pero no había esclavos. Podrían estar en otra parte, pensó, tal vez hubiera celdas de retención en las entrañas de la nave. Sabía que estaba siendo inusualmente minucioso, pero no podía permitir que esto quedara impune.

AT WORLD'S END (anakin skywalker) / o.hWhere stories live. Discover now