12: Beggin' [+18]

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—¿Sabes que te amaba, no? —siguió ella con la voz herida, sabiendo que aunque doliera, aunque significara perder definitivamente, era necesario arrancarse esa verdad de encima—. Siempre asumí que lo sabías porque, ¡por Ara, eres Axer Frey! Me viste perseguirte desde el primer momento, y estuviste ahí cuando firmé el contrato de espécimen solo por ser tu novia. Yo misma quise creer por mucho tiempo que solo me gustaba jugar contigo y en parte era así, pero no siempre. Me enamoré, estúpidamente. Del Axer que se quema las manos al abrir una arepa junto a mi madre, que es tan distinta a él, pero que él parece apreciar de todos modos. Del Axer que me regaló el cadáver del tipo que me jodió, sin necesidad de presionarme para que yo le explicara lo que este me hizo. Me enamoré del Axer que le dedicaba metáforas de ajedrez a su novia falsa. Del que escribió una novela que me leí como adicta en un día, y de la que todavía espero segunda parte. Incluso de aquel que se mete en un tanque de agua esposado para demostrar que es un absoluto genio y que merece que le adelanten su tesis.

Sinaí robó un momento a su monólogo para respirar, como si el aire en sus pulmones pudiera secar la humedad que cristalizaba sus ojos. Parpadeaba, esperando ahuyentar las lágrimas, pero, ¿cómo echarlas de su pecho? ¿Cómo decirle a sus sentimientos que se callaran, que era el turno de hablar de ella? Y es que nunca había sido más honesta en su vida, y las mentiras eran lo que la mantenían fuerte.

Decirse que Axer era su crush la ayudaba a superar el dolor de haber herido a alguien a quien realmente amaba. Decirse que su error era culpa de él la salvaba de tener que perdonarse a sí misma.

La verdad dolía, no porque la estuviese oyendo él, sino porque recién la asumía ella.

—Axer, yo te amé como a nadie —continuó Sina con una sonrisa triste y lejana, ya ni siquiera miraba en dirección a él—. El problema es que no creí que alguien como tú pudiera amarme a mí. Y aunque me lo demostraste, jamás lo dijiste, y mi mente no dejaba de repetir «él juega», «solo son ideas tuyas», «conseguirá una mejor», «lo vas a perder». No justifica lo que hice, pero espero que te de la paz que mereces al recordar lo que tuvimos. Espero que sepas que, en cada uno de esos momentos, incluso cuando creías que estaba pendiente de otro, cada movimiento en el tablero de mi vida lo ejecuté pensando en ti. —Ella negó, todavía sonriendo, doliéndole cada palabra, atesorando cada recuerdo—. Habría podido vivir con un jaque tuyo, pero no con tu indiferencia, y es lo que creí que acarrearía tu partida.

Ella no volteó, pero escuchó la cama crujir. Supuso que significaba que él había vuelto a acostarse con la vista en el techo. Estaba tan silencioso...

Ella negó. Era mejor así. Tal vez no sobreviviría a otra palabra suya.

—Lo siento, de nuevo —terminó ella—. Y no, ya no espero que me perdones. Esto te lo digo porque estás dañándote con este juego, y ya yo te hice demasiado daño. Si puedes ser feliz con Sophie: adelante. Ella es excelente. Si quieres estar solo: hazlo. Yo no te detendré, y estaré feliz en el fondo de saber que tú lo estás.

»Axer, si vine a vivir con Sophie no fue porque lo planeé para obligarte a nada, vi la oportunidad y quise tomarla porque quería estar enterada de tu vida. No esperaba que te metieras a vivir aquí. Ni siquiera era consciente del daño que te había hecho como para creer que cruzarte conmigo te afectaría como pudo haber sido cuando me tiraste la bandeja con los jugos. Lo mismo en la fiesta, con Aaron. No es que quise venir aquí y restregarte que estoy con otro. Ni siquiera sabía que Aaron estaría ahí, solo... —Sina suspiró, agitada de la manera en que se agita quien se arranca algo del pecho—. Supe que lo tuyo con Sophie podía ser serio y dije «okay, me rindo. Voy a avanzar». Y esa fue mi muy estúpida manera de hacerlo. Todas mis decisiones parecen estúpidas y terminan siendo una cagada que te afecta, y es porque en el fondo no dejo de pensar como la niña fea a la que defendiste de las bullys en un colegio público.

Nerd 3: rey del tablero [+18]Where stories live. Discover now