Harry Potter Todos Viven. Las Reliquias de la Muerte.

El ladrón.

Se acercó más. La luz de las velas parpadeó en los ojos grandes y aterrorizados del hombre.

“No le mientas a Lord Voldemort, Gregorovitch. Él sabe... siempre lo sabe.”

La visión de Gregorovitch se disolvió en la oscuridad, luego fue reemplazada por la espalda de Gregorovitch mientras corría por un pasillo oscuro, una linterna de mano iluminaba su camino. Abrió la puerta de un taller, donde ramas toscas descansaban sobre un banco de trabajo y las virutas de madera habían sido barridas en montones irregulares en el suelo. La luz de la linterna caía sobre el alféizar de la ventana, donde estaba sentado un joven de gruesos rizos dorados. Con una risa, el joven disparó un encantamiento aturdidor y desapareció en la oscuridad.

Y luego volvió la visión de Gregorovitch suspendido de su tobillo.

“¿Quién era el ladrón, Gregorovitch?”

"¡Yo no sé! ¡Nunca supe! Sólo un joven, por favor, no, por favor...”

El hombre rogó por su vida, pero fue silenciado por un destello de luz verde.

Harry regresó al bosque, sin aliento y con calor, a pesar del clima frío y húmedo. Se quedó inmóvil por un momento y esperó hasta que el dolor remitiera y pudiera moverse de nuevo. Hojas y tierra húmeda se le pegaron a la cara y la ropa cuando finalmente se incorporó. Los apartó lo mejor que pudo y volvió a la tienda.

"¿Encontraste algo de comida?" preguntó Ron esperanzado.

Harry negó con la cabeza y se quitó la chaqueta. Todavía se sentía cálido por su visión. “Está bien, no tengo hambre. Pueden dividir lo que queda de esta mañana.”

Hermione levantó la vista de su libro y lo miró fijamente con una mirada dura y fría.

"¿Qué viste?" ella preguntó.

"No ví nada."

“Estás pálido y sudoroso. ¿Qué viste?"

Ron se animó de nuevo. "¿Había algo sobre la Orden?"

Harry se pasó una mano por la cara. "No. No fue nada, solo... encontró a Gregorovitch. Y lo mató. Eso es todo."

Ron se desinfló una vez más y Hermione frunció el ceño.
"Harry, no deberías-"

"Sí, Oclumancia, lo sé", espetó. Harry se sentó en la litera que él y Ron compartían. “No es como si quisiera verlo asesinar personas en todo el continente”.

"Creo que sí", dijo ella. “Quieres saber lo que está pensando, lo que está haciendo”.

Sabía que la ira que estalló en él no era solo con Hermione, sino también con Snape, quien una vez lo había regañado de manera similar, pero su frustración salió de él de la misma manera. “¡Tal vez sí, Hermione! ¡Tal vez me gusta saber que no está asesinando a mi papá o capturando a mi mamá! ¿Hay algo malo con eso?”

“Creo que deberías preguntarte por qué estás teniendo estos sueños otra vez. No los tuviste en absoluto el año pasado. ¿No crees que es un poco sospechoso que Vol…?”

"¡No digas su nombre!" Ron interrumpió con un grito.

Hermione puso los ojos en blanco. “Estás siendo estúpido, Ron.”

"Simplemente se siente como maldito, ¿de acuerdo?"

Hermione resopló, pero no discutió con Ron. Ya habían discutido muchas veces y nadie había salido satisfecho.

En su lugar, dijo: "¿No crees que es sospechoso que Quien-tú-sabes se quedara fuera de tu cabeza todo el año pasado, pero ahora que no ha podido capturarte, a pesar de todo su control sobre el Ministerio, eres capaz de ver en su mente?”