Un amanecer como cualquier otro en un mundo diferente

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Así que, ahí estaba él. Con una gran sonrisa. Acababa de decirme que se supone que yo soy un héroe destinado a salvar el mundo.

- No amigo, yo me quiero ir a mi casa. No tengo tiempo para gente loc- Me detuve un momento para pensar en lo que decir. - Creo que te has debido de confundir de persona. - Sí, eso está mejor. A la gente loca lo mejor es darle la razón, pero al mismo tiempo ser asertivo y decirles que no tienes nada que ver. - Así que, si, um... Si me podrías decir dónde está la... ciudad, pueblo, asentamiento más cercano, estaría muy agradecido. - "Tal vez una vez esté dentro de la ciudad, alguien me reconocerá o mi memoria volverá. Eventualmente". Eso es lo que pensaba en ese momento. Y también quería alejarme del loquito.

- Oh, ¿Quieres explorar ya? ¡Esa es la actitud! Toma, te hará falta - Me entregó una mochila. Bastante espaciosa, de hecho. Tenía dentro una espada, un pico y un hacha. Todos de cobre- Y no te preocupes por cosas tan insignificantes como "memoria perdida", ¡estoy seguro de que pronto te acostumbrarás a tu papel en el mundo!

- Ajá... - Lo miré, estupefacto. ¿De verdad se cree eso de que estoy aquí para una profecía? No hermano, yo solo quiero irme a casa. Si pudiera- Recordar dónde está "casa". - Mira amigo- em, Dylan. Aprecio tu entusiasmo y... pareces una persona muy agradable, pero de verdad. Estoy perdidísimo. Así que... Solo me voy a ir y te dejaré aquí, a ver si ese "héroe legendario" aparece, ¿sí? ¡Hasta luego!

- ¿Eh? Pero... H-Hey, no te puedes ir sin más. - Dijo Dylan, mientras me veía irme sin más.

- ¡Nop! ¡Quédate ahí! - Le dije, señalándole con el dedo - Quédate ahí, voy a ir a dar un paseo. A ver si los alrededores me refrescan la memoria. Voy a- ¡Te he dicho que no me sigas!

La figura de Dylan se hacía cada vez más pequeña, mientras me alejaba. No estoy muy seguro de las direcciones, pero creo que este es el norte. Malo será que en unos minutos de caminata no recuerde dónde está mi casa.

- ¡No vayas por ahí! ¡Ese camino es-------- con la Corrup------- volver----!

- ¡No te escuchooo! - Levanté el brazo y agité la mano, despidiéndome de él. En verdad, no podía escucharlo ya. Si lo hubiera escuchado, tal vez... Tal vez habría tomado una decisión diferente.

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Había caminado un buen rato. El atardecer estaba más cerca de lo que parecía.

- Joder joder joder, coño-coño-coño-coño- No puede ser, no puede ser...

Yo estaba afuera cuando cayó la noche. Corría por las planicies, mi aliento entrecortado y desesperado, buscando un lugar donde esconderme.

- Tenían que ser zombies, no puedo creerlo, existen de verdad- MierdaMierdaMierda...

Mientras caminaba hacia aquí, vi pequeñas masas gelatinosas, que saltaban torpe y alegremente por el mundo. "¿Slimes?", pensé. Y efectivamente, eran slimes. No tenía idea de que existían de verdad, pero... Nunca pensé que-

- ¡TÚ, FUERA DE AHÍ, ES MI CUEVA AHORA! - Demandé.

Desenvainé la espada. La figura frente a mí estaba parada en la entrada de la cueva, como resguardándola. La cabeza cabizbaja, la postura tambaleante y precaria... Sin lugar a dudas, eso que tenía frente a mí, ya no era humano.

Levantó la cabeza. La mirada perdida, los ojos ya no tenían ese brillo que los dotaban de personalidad y alma. Nunca fui demasiado creyente, (¿creo?) pero esa cosa... No tenía alma.

Terraria Girls: La AventuraWhere stories live. Discover now