Dicen que a veces tu vida da un giro de 360° de día a noche
¿A caso eso era posible? Pensaba la fémina, claro... Hasta la noche de la fiesta familiar.
Un rubio se hacía presente como su "prometido". Gracias a los problemas amorosos del primogénito...
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—¡Que vivan los prometidos!— celebraron, con copas en mano los invitados. La fémina estaba lista para dejar su cuerpo en cualquier momento.
Los aplausos dirigidos a la nueva pareja de prometidos se extendían por el patio, ella miraba aquel horripilante escenario frente a sus ojos. ¿Cómo eran sus padres capaces de llevar como sacrificio a su única hija, sin su permiso?
—Sé que esto es repentino cariño— una mano tocó su hombro mientras se agachaba —Tienes que comprender que ese chico, ¿Lo ves?— apuntó a un pelinegro —Es el hermano de Manjiro-kun, tiene problemas con tener pareja por lo que su abuelo no le vió mucha oportunidad en heredar el Dojo— susurró su madre.
—Y ella de ahí, la chica rubia que es su hermana menor, no quiere heredar el viejo Dojo— apuntó a la joven rubia que conocía hacía pocos instantes — ¿Pero sabes quién se ofreció?—preguntó
—Manjiro-kun, vaya chico honrado que es ¿No?— comentó su padre, satisfecho de sus logros —Qué noble corazón, sin ninguna cosa a cambio se ofreció— La fémina sospechaba, ¿Chico honrado? ¿Noble corazón? Imposible, ese mocoso seguro que tenía alguna intención.
—Sin ninguna cosa a cambio, sí— interrumpió la peliroja, Asuka —"Que sea bonita, que sea acaudalada y todo sea por la herencia"— No había fallas en la lógica de la fémina, ese mocoso estaba solo por dinero.
Sus dos únicas neuronas no lograban procesar toda aquella situación que se hacía presente, no obstante el grito del pelinegro antes nombrado interrumpió sus sentimientos:
—¡¿Como puedes permitir que mi hermano tenga ya hasta esposa y yo ni novia tuve en mis miserables 22 años no tuve ni una novia!?— gritó desesperado al pobre abuelo —¿¡Qué hice mal dios?! ¡VOY A MORIR VIRGEN!
—Saca fuerzas hermano, el chico que me gusta no me voltea a ver, ¡¡Además vive en un burdel!!— confesó Emma.
—Estás diciendo mucho con eso querida Emma— susurró Asuka con una sonrisa en su cara.
Era un caos, como en su mente y su casa, por lo que decidió ordenar las cosas cronológicamente:
-Sus padren la llaman para que haga de niñera de unos 4 niños.
-Suben a su cuarto, y luego de todo el pequeño piensa que está enamorada de él
-Su padre anuncia qye aquel mocoso es su prometido
-Y todo es por herencia...
Claramente, era demasiado para una muchachita de 12 años, no podía calmarse, era prácticamente imposible. Dentro de aquel caos como cereza del pastel añadieron:
-Cariño, quiero que comprendas y trates bien a tu futuro esposo, ¿Sí?- no podía decir nada ante sus compasivos ojos, "Tal vez..." pensó la fémina, no era culpa de su madre comprometer a su querida hija con una monstruosa familia, eso no hacen los padres, eso la tranquilizó un poco.
