CAPITULO 01

3K 300 29
                                    

CAPÍTULO UNO ❝ EL SUEÑO DE LILITH ❞

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


CAPÍTULO UNO
❝ EL SUEÑO DE LILITH ❞

CAPÍTULO UNO ❝ EL SUEÑO DE LILITH ❞

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



KENDALL

Corre. ¡Corre! ¡CORRE!

Eso era lo que me gritaba mi mente y lo que mis piernas querían hacer mientras mi garganta se desgarraba ante los gritos de sufrimiento que provocaba las quemaduras que recibía mi espalda.

Mi cuerpo estaba amarrado y colgado al aire, estaba completamente desnuda mientras en mi boca había una mordaza negra que ni así mis sollozos y gritos eran callados.

El cigarrillo que me quemaba cayó al piso y intenté cerrar mis ojos, pero que me tomaran del mentón con fuerza me hizo sobresaltar mirando al hombre rubio frente a mi con terror.

<<MaxWell>>

Mi nuevo dueño. Mi nuevo proxeneta. Mi nuevo abusador.

—Mi Lilith —Me acaricia la mejilla y yo tiemblo ante su toque—. Mi demonio favorito caído en la tierra, mi pequeña conejita consentida, mira lo que me haces hacerle a tu bello cuerpo por desobediente —Niego entre lágrimas y este me calla.—. Sh, mira que trato de deshacerme de los cigarrillos y tú no me la pones fácil, pequeña.

Yo había cavado mi propio infierno en el momento que me fui con él tan pronto me juró protección, y cave más profundo cuando me permití enamorarme de él.

Pensaba que mi historia como prostituta había acabado ese día, que todo sufrimiento y deuda había quedado en el pasado, pero no; salí de un infierno para entrar a uno peor que dudaba tener escapatoria. Si hubiera sabido que mi regreso a Londres iba a ser así, hubiera preferido trabajar diez años más en Estados Unidos hasta saldar cada una de mis deudas.

Pero estaba pagando mi karma y MaxWell se aprovechaba de ese sufrimiento como él solo sabía hacerlo.

Me quita la mordaza y niego enseguida tragando saliva.

—No hice nada, lo juro.—Le lloro mirándolo.—¡Solo estaba tratando de hacer mi parte del trato!

—¿Entonces mis hombres me mienten? ¿No planeabas huir?

DEMONS, christopher morgan Where stories live. Discover now