Luego de unos minutos, terminé de leer y de anotar lo que nos tocaba a nosotros y me puse a investigar las palabras de vocabulario. El tema central y sus otros temas. Y todo lo que decía en la rúbrica. 

Me levanté para poner una de mis canciones favoritas y estirarme. Sentí la mirada de Azael en mi y voltee a verlo. Efectivamente me estaba mirando fijamente y me sentí más nerviosa de que ya estaba y le di una mirada asesina. 

—¿Se te perdió algo, Dowland?— le cuestioné.

—¿Te han dicho que tienes un buen...?— lo interrumpí cuando vi que me miraba el... ¡trasero!

—¡Calla, por favor! ¡Asqueroso!— rode los ojos asqueada.

—... método de lectura? Es decir puedes leer con música— terminó de decir.

¿Método de lectura?

Me le quedé mirando unos segundos hasta que se levantó, se acercó a mi y di pasos atrás tratando de alejarme de él lo más posible. Eso no pareció molestarlo así que di pasos hacia mi.

—¿Qué pensabas que iba a decir?— me preguntó y me sonriojé—. Y luego yo soy el pervertido ¿no?

Tragué grueso y me di cuenta de estaba muy cerca de mi cuando vi su distancia de mi. 

Rogué para que no se acercará a mi o que algo nos interrumpiera y fui escuchada por que mi celular empezó a sonar en mi pantalón y respondí tan rápido que apenas me di cuenta de quién me había llamado.

Yo: ¿Hola?

XX: ¿Estas ocupada, bonita?— era James. 

Me sonrojé al momento en el que escuché que me llamó "bonita" y sonreí como tonta. Claro que me gané una mirada de reproché y asesinamiento a la vez de parte de Azael.

Yo: Algo por el estilo, pero dime— le dije mirando a Azael.

James: Pensaba en ir a comer algo por la noche, no sé. ¿Pizza, tal vez?— mis ojos brillaron a escuchar pizza.

Amaba la pizza.

Yo: Claro, en media hora si quieres, le diré a mi madre— le informé.

James: Bueno, pues nos vemos— colgó y sonreí como tonta al ver que sería nuestra segunda cita.

¡Que manera de alegrarme un lunes!

Azael se quedó mirandome mientras iba corriendo a donde mamá y luego sentí sus pasos detrás de mi. Antes de que llegará a mi mamá, Azael se adelantó. Paso una mano por mi hombro y a unque intenté quitarla me apretó a su agarre suavemente.

—Hola señora, emm, su hija y yo iremos por pizza, ¿nos da permiso?— dijo Azael despreocupado.

—¡¿Qué?! Eso no es...mghjs— Azael me tapo la boca y mi madre nos miró sonriente.

—Bien, pero vuelvan rápido— dijo carcajeando.

—Gracias, vendremos rápido— dijo Azael mientras me soltaba e iba pos sus cosas dandome una sonrisa victoriosa.

Miré a mi mamá rápido y ella paró de carcajear.

—¡Mamá!— esclamé— ¡No quiero ir con él!— le dije enojada.

—Lo sé, pero tu amas la pizza y tal vez sería una buena forma de llevarse— dijo pelando unas papas—, además me cae bien ese chico.

¿Qué?

¿Escuché bien?

A mi mamá... ¿Caerle bien ese playboy?

Mamá amplió su sonrisa más cuando vió mi mirada asesina en ella. Abrí la boca para decir lo siguiente.

—¡Es un playboy y lo odio!— cuestioné.

—Lo sé, pero me inistió mucho cuando llegó en salir por una pizza contigo— dijo no me dió tiempo de contestar por que rápido me tomaron del brazo—. Confió en ti, Dove.

Azael ya me arrastraba a la puerta cuando esuché a mi mamá. ¡Uy como lo odiaba!

Me quedé de brazos cruzados cuando se montó en su auto. No pensaba ir con él a ningún lado. Ni siquiera por una deliciosa, apetitosa, y inrrestible pizza. Solo imaginarme la pizza se me hacia la boca agua. A parte de ser la comida favorita de James, era la mía, teniamos algunas cosas en común aparte de eso, claro...

El playboy abrio la ventana del auto y se quedó mirandome por unos segundos.

—¿Te vas a montar o te tengo que arrastrar hasta aca también?— me preguntó con una sonrisa pícara.

—¡No me voy a montar en el auto donde montas a todas las chicas con las que te acuestas! ¡Sobre mi cadaver!— mencioné enojada.

Él me dió una mirada de reproché y creí que se había rendido. Pero no fue así. 

Se bajó del auto y cerró la puerta de este. Se dirigió hacia a mi, me tomó de la mano y me arrastró por la cera para ir... ¿caminado?

—¿Qué haces?— le dije librandome de su agarre.

—Vamos caminando, tampoco es tan lejo— me dijo sin mirarme.

—¡No iré caminando!— protesté quedandome parada.

El playboy se giró hacia mi y se frotó la cara. Luego me miró sin más remedio.

—¡No quieres ir en carro, no quieres ir caminando! Entonces, dime Dove, ¿Qué quieres?— me cuestionó inrritado.

—¡Fácil! ¡No ir contigo...— puse un dedo en su pecho— a ningún lado! 

Azael rueda los ojos y me mira cansado. ¡Uy, eso si me gustaba! Tener el poder de llevarle la corriente. Lo que paso después fue rápido. Me tomo de las rodillas y me puso sobre su hombro. Rápido empecé a patalear para que me bajará pero fue inútil. 

—¡Dowland! ¡Te adivierto que comenzaré a gritar si no me suelta!— le reprendí.

—¡Vamos por la pizza!— me ignoró.

—¡Argh!— me inrrité—. ¿Por qué inisites tanto?— pregunté derrotada.

—La respuesta es lo mismo que te dije en la fiesta, en aquel baño— me estremecí en solo recordarlo.

Le di una patada.

—Te aseguró que no lo vas a lograr, cretino— le aseguré.


Player {1}حيث تعيش القصص. اكتشف الآن