Amor en Londres (Faberry)

Capítulo 18

S: Señoras, escúchenme. Voy a necesitar su ayuda para encontrar a Lzzy y para eso deben confiar en mí, díganme Santana.

Q: Santana, necesito hacer algo para encontrar a mi hija.

Dije de inmediato y tragó saliva. Asintió y miró a Rachel.

S: ¿Tienen alguna idea de dónde podemos comenzar a buscar?

R: En su casa, ahí podríamos comenzar.

Asintió y sacó un celular de su bolsillo. La vi discar un número y comenzar a dar órdenes.

S: Muy bien, oficial Chang. Tiene diez minutos para estar en la casa de Finn Hudson y tiene incluído el tiempo de averigüar dónde vive. Quiero la casa rodeada, voy en camino con una orden judicial.

Se giró y miró a la teniente.

S: Britt, consígueme una orden judicial en menos de cinco minutos.

B: En camino, San.

Santana se acercó y nos observó.

S: Necesito que se queden aquí, por ningún motivo salgan de la casa. Cualquier noticia me llaman a mi...

No pudo seguir, ya que el celular de Rachel comenzó a sonar. Por la cara de mi esposa, supe que era él. Santana le indicó con la mirada que contestara y enseguida le habló a un oficial.

S: Quiero un rastreo inmediato del celular de la señora Rachel Radcliffe, urgente.

Luego de eso, Rachel contestó.

R: ¡Finn! ¿Dónde tienes a mi hija?

La vi escuchar y ponerse a llorar.

R: Por favor, te lo suplico. ¡No le hagas daño!

Santana le idicó con un gesto que continuara hablando con él. Pero los ojos de Rach se agrandaron como platos.

R: ¡¿De dónde carajos quieres que saque cuatro millones de libras, Finn?!

La llamada se cortó, ya que Rachel quedó mirando el aparato con dolor. Sus padres se acercaron para abrazarla y me miró.

R: Dijo que si no le doy cuatro millones de libras en 48 horas matará a Lzzy.

No lo soporté más y salí corriendo fuera. No podía permitir que mi hija muriera o siquiera le hiciera daño. Me subí a la moto de Puck, el cual acababa de llegar y me miró extrañado, con Santana que comenzó a perseguirme.

S: ¡Radcliffe! ¡Ni se te ocurra irte de este domicilio o te meteré en la cárcel!