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O37 ─ this love is glowing in the dark

La rubia se estaba limando las uñas mientras escuchaba a su novio contar anécdotas de la madrugada que se habían quedado a trasnochar jugando Minecraft, el morocho seguía sin superar el momento en el que tuvo que quitarle las campanas a su novia por qué la rubia se la pasó haciendo disturbios en su pueblito casi hartando a los aldeanos.

 ─ Pero es un queso jugando, boludo ─decía─ Me imaginaba a los aldeanos ahí sacados queriendo prender fuego el ranchito de Mora.

Mora sacudio la cabeza recordando aquel video de Tiktok en donde una chica hizo exactamente lo mismo qué ella y su novio se cansó de pedirle que deje en paz a los aldeanos.

Soltó una risa por lo bajo, al final un Creeper terminó matando a la Mora cubito.

─ Ya sé qué lo estaba haciendo para molestar chat, ¿que tan bruto creen que soy? ─exhalo sarcástico─ ¿A vos que mierda te importa mi vida privada, pandita08? dea re bardero ─se río entre dientes.

La terapeuta de Mora estuvo trabajando duro con ella durante semanas, gracias a ella ─y a Ivan por supuesto─ los comentarios negativos le afectaron un poco menos en esta ocasión.

Con Ivan ya no tienden a ocultar su relación, pero tampoco lo hacen tan evidente. Se mantienen en esa raya de lo privado divirtiéndose con los Tweets de las fans que se comieron el cuentito del Fbi e investigan hasta la más mínima interacción.

─ A ver, gente, es cierto qué hace mucho no me junto con Mora pero es más que nada por que estoy centrado en mis proyectos, además, algunos creen que soy de su propiedad a veces. Me jode el hate innecesario. ─expresó─ Lo dije la otra vez, no se metan en donde no les corresponde. Mi vida privada no tiene por qué incumbirles, gente.

Unos diez minutos de regañada después, Mora terminó de limarse las uñas y fue directo a la cocina a prepararse un café. Observo desde la lejanía a su novio reírse con los auriculares inalambricos puestos mientras maniobraba el mouse, seguramente jugando en Tortilla.

Estos días se quedó en el departamento de Ivan ya qué así le queda más cerca la casa de Marti, además, estuvo haciendo espacios publicitarios en una zona que le quedaba muy a contramano entonces para evitar el agobio paso los días en casa de su novio sin inconvenientes.
La rubia estuvo haciendo promoción para distintas marcas del país ─entre ellas Pantene─ la realidad es qué, gracias a su trabajo como editadora de Marti y sus buenas recomendaciones, además de contar con la ayuda de su representante quién consiguió contratos con marcas importantes para llevar a cabo sesiones de fotos y protagonismos en ciertos videos musicales para más adelante, logro por primera vez sentir qué todo era mérito propio y no de terceros como cotidianamente quieren hacerle creer.