Morando (T)

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Adjunto una traducción de "blackberrying" de Sylvia Plath y un breve comentario, que realicé para un mundial de traducción, el cual no gané.

(Tiene errores, sí)
Traducción
"Morando" 

Nadie en el plano, y nada, nada más que moras
Moras en todos lados, sobre todo en el correcto
Un camino de moras, bajando en curvas, y un mar
En uno de sus fines, pesando.
Moras
Grandes como la bola de mi pulgar, tontas cómo ojos
Oscuros en los cercos, gorda
De jugos rojos-azules. Estos se apogean
En mis dedos.
No pedí tal sororidad
Por sangre; deben amarme.
Así acomodan en mi
Botella de leche, aplastandose.
Por encima van las chovas, en negros
Rebaños cacofónos—
Pedazos de papel quemado giran en un cielo volado.
Suya es la única voz, protestando, protestando.
No creo que el mar aparezca para nada.
Los altos y verdes firmamentos están brillando. Cómo si se prendieran desde adentro.
Vengo a un arbusto de moras tan devastado que es un arbusto de moscas,
Colgando sus barrigas verde-azuladas y sus fragmentadas alas en una pantalla china.
El dulce festín de las moras las ha asombrado; creen en el cielo.
Una curva más, y las moras y arbustos se irán.
Ahora solo se puede ir al mar.
Desde el medio de dos colinas un viento repentino me canaliza,
Golpeando su lino en mi cara.
Estás colinas son demasiado verdes y dulces para haber probado la sal.
Sigo el camino del rebaño entre ellas. Un último gancho me lleva
A la cara norte de las colinas, y la cara es una roca anaranjada
Que mira nada, nada más que un gran espacio
De blancas y estañas luces, y un estruendo de herreros
Golpeando y golpeando un metal que no se retracta.

Tan grande fue el lazo con las moras, que tuve que destrozarlas, y el mar es mi única esperanza, pero no quedan moras en él. El metal que no se retracta son como las palabras que ya han sido lanzadas al espacio, que más da si busco al herrero más habilidoso, que más da si me precipito por cada colina, las palabras no se retractan, pero las palabras envejecen. Las moras no vuelven a nacer, llegan otras, de otra sangre, de otra miel. Y el arbusto no quiere sanar, porque al amarlo lo maté

Oblivion (El Desahogo) Libro IМесто, где живут истории. Откройте их для себя