Cap. 19

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- ¿La banda no puede esperar? ¿No podemos ir a verlos otro día? Podemos preguntarle a Liam como se llama y buscarlos por internet. Pueden pasar años antes de que vuelva a ver a estas personas. - lo dice con cara de pena.

- ¡Pero es nuestra boda! Además, llevamos mucho tiempo aquí, creo que ya hay suficiente. -

- ¿Por qué no vas a verlo con Liam, y después me cuentas todos los detalles? Confío en tu buen juicio. -

Andreína me sonríe con superioridad, con una ceja alzada.

Cedo a regañadientes, mientras Elian se aleja rápidamente de Andreína para despedirse de mí.

Vuelvo a la sala de baile para poder despedirme de Cristal, por si quiere irse o seguir con la fiesta.

- ¿Todo bien? Te ves molesta. - sigue con una copa de champán mientras baila con un par de chicos. 

- Elian ha estado hablando con su ex toda la noche, y parece que a ella le encanta esta situación, me está provocando. -

- ¡Qué descarada es esa zorra! -

- Me tengo que ir con Liam para mirar una banda que nos puede funcionar para la boda. ¿Tú quieres venirme conmigo o te quedas aquí? -

- Me quedo, creo que esta noche me lo pasaré muy bien. - ríe con ganas. - Así también me aseguraré de que ella no intente nada con él. -

- Muchas gracias, en serio. ¡También espero que te lo pases muy bien! - le digo mientras me voy alejando de ella y yendo hacia la puerta de salida.

Vuelvo a pedir un taxi y le doy la dirección del lugar, que sorprendentemente está muy cerca del hotel en el que estamos hospedados Liam y yo.

Es un bar musical, con la luz tenue y neones con frases que pegan mucho con el estilo del lugar. 

Busco con la mirada a Liam, que está sentado en un gran sofá de cuero de color marrón, mientras está tomando una cerveza, y mirando el teléfono distraído.

- ¡Hola, Liam! - me dejo caer a su lado, algo que lo exalta.

- ¡Justo a tiempo! La banda volverá en cinco minutos. Están tomándose un descanso. -

- ¡Menos mal! Porque necesito ir al baño, ha sido una noche larga. Liam, espero que no me sigas esta vez. - digo levantándome del sofá, con una pequeña risa.

- ¿Nunca vas a olvidar eso? - pregunta riendo, pero también avergonzado.

- No lo creo. - me alejo de él, todavía riendo.

Ya volviendo del baño, y caminando hacia nuestra mesa, me fijo en una entrada que antes no había visto. 

Está cubierta por una cortina de cuero marrón, y un portero de negro la está vigilando atentamente.

Me paro delante para observarlo con atención.

Espero que no sean mafiosos, aunque no lo creo, este bar no tiene nada que ver con esta clase de gente.

El portero me sorprende tratando de mirar por los pequeños agujeros que hay a los lados de la puerta.

- ¿Contrasenya? -

- Oh, disculpa, no sé... - me ha pillado desprevenida que me hablara.

- Contraseña. A este salón solo pueden entrar los que conozcan la contraseña. -

Me alejo del portero rápidamente y vuelvo a sentarme en el gran sofá.

- Oye Liam... ¿Si alguien te pidiera una contraseña secreta, qué le dirías? -

Al abrir los ojosOù les histoires vivent. Découvrez maintenant