Dashiell, medico y jefe de la enfermería del clan Moon Fighters. Dashiell, quien había luchado para salvar a un mal herido leopardo de Amur para devolverle la vida mientras sus compañeros de clan bloqueaban el paso del Alfa sanguinario que quería verlo muerto, o fuera de su clan. 

Estaba en el corazón del territorio de esas despreciables bolas de pulgas... «Mátenme, mátenme ahora»

—Estuvieron fuera durante un día completo —dice, y cruza las manos por detrás de su espalda mientras rodea la camilla, su mirada verde se eleva, por encima de la pared en la que está pegada la camilla, hay una ventana—. Sage le salvó la vida y tú... —En esa última palabra, el lobo apareció—. Eres un maldito inconsciente, descuidado, egoísta y desagradecido. 

Harry gruñe, dentro de su cuerpo el animal se mueve, está de acuerdo con las furiosas palabras del medico, ¿qué mierda le importa lo que hizo? No lo conoce, no tiene derecho alguno de hablarle como si lo hiciera. Harry es un desconocido y necesita salir del nido de lobos. 

—Los gatos son tan obstinados... —Agrega, y su voz se hace más amable—. Pero tienes una segunda oportunidad, no la desperdicies. —Le mira, el color queda opacado por las pestañas, luego Dashiell se queda observando a Sage durante un buen tiempo—. Ella es tan maravillosa... Y tú eres lo más humanamente parecido a una lapa. 

En eso, concuerda. 

—Pero si ella está junto a ti ahora, en vez de haberte dejado agonizando en la ruta, quizá..., haya visto algo bueno, lo suficiente como para querer conservarte. 

Harry traga saliva, el monstruo ve a la pequeña Omega, tan dulce y frágil que duele, las palabras del lobo se clavan en esa cosa débil y brillante que ellos llaman: Alma. Un atisbo de esperanza rompe contra su pecho, y le provocan ganas de llorar, la única vez que sintió eso fue cuando Sawyer le ofreció ser su amigo, el niño de brillantes ojos grises había sido comprado como una mascota por el dueño que tenía a Harry desde que tenía consciencia de sí mismo. 

Sawyer había cumplido una función diferente, él era una reliquia para engrandecer el ego de un humano despiadado, Harry... Fue criado para cazar y matar. Un monstruo, un asesino. 

«¿Qué debo hacer ahora?» se pregunta, porque su voz está perdida en algún sitio fuera de alcance, su cuerpo demasiado dormido como para mover siquiera un dedo. Había intentado alejar a Sage usando su lado más cruel, podía defenderse creyendo que lo aprendió de su dueño, pero parte de eso era verdad, el resto... Harry había visto la peor cara de la humanidad, salir completamente cuerdo de eso era casi imposible. 

Tal vez, se estaba justificando...

Lo cierto era que quería que ella viera al monstruo, huyera lejos y dejara de rondar cerca de él, y ni así logró su objetivo. 

«Ella debería elegir a otro hombre, alguien mejor»

El monstruo despliega las garras, y gruñe por ese pensamiento. El sonido crudo se intensifica cuando ella se mueve contra él, encerrándolo en un abrazo protector que despierta cosas en él, cosas incorrectas. 

—Dejando de lado el carácter... —Dashiell se para a los pies de la camilla, lo mira con ojos humanos, analíticos—. Te ves fuerte, capaz de protegerla, claro que ahora estás tan débil como un pequeño cachorro, pero en un par de horas estarás al cien por ciento. 

Harry siguió al lobo con su mirada, mientras este se acercaba para comprobar el estado de Sage, cuando su expresión estuvo satisfecha por el estado normal de la loba, Dashiell atendió a un llamado lejano diciendo que acudiría de inmediato. 

—D-D-Da... 

Deteniéndose con la cortina celeste a medio abrir, el medico gira para mirarlo por sobre su hombro. 

Omega [Moon Fighters 5.1]Where stories live. Discover now