Dejando a Malfoy pensativo.






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Con la mirada fija en letras y un libro sobre la mesa, Draco se encontraba en la biblioteca avanzando en las tareas de su siguiente semana.

Quería terminar para tener tiempo para el.

Hacia mucho que no se quedaba en su cuarto durmiendo todo el día o leyendo un libro interesante sobre alquimia.

Tenía planeado un fin de semana solo para el.

Mientras imaginaba lo mucho que disfrutaría esos días, alguien torpe había dejado caer los libros del estante tras de él.

Se giró para ver quién había sido y al encontrarse con esa persona rápido se paró a ayudar.

—Yo puedo sola, quítate— se quejaba.

El no hizo caso por lo que recogió los libros y los colocó en su mesa.

—Eres algo torpe.

—Si mira, me lo han dicho mucho.

—¿Podemos hablar?— preguntó el.

—No, no quiero más de tú misericordia.

—lo lamento, lamento el que mi amiga te haya dicho esas palabras falsas.

—¿Y hasta ahora me lo dices?

—Yo no lo sabía, creí que te había incomodado yo.

—Pues no, y de verdad creo mas en lo que ella me dijo que en lo que tú me estás diciendo.

—Esto es estúpido— la tomó del brazo— Yo de verdad quiero conocerte, no es ningún reto ni nada de lastimas.

Ella dejó de forcejear y lo miro fijamente, su rostro no parecía expresar alguna gesticulación de mentira, y podía ver sus ojos fijos reflejando sinceridad.

Realmente no había notado ninguna acción de el que fuera acorde a lo que la chica Greengass le había dicho.

«espero no te acostumbres a pasar tiempo con nosotros o Malfoy, el solo lo hace por lástima, se que eres una buena chica, no mereces caer en su trampa»
Esas palabras habían entrado en su cabeza con el fin de no salir.

—¿He hecho algo que pareciera ser verdad lo que ella dijo?— le preguntó Malfoy.

—No.

—Ahi está, hablaré con ella; no estoy obligandote a nada pero espero el consideres mínimo el devolverme el saludo de mañana.

recogió sus cosas y con un movimiento de varita todo encontró a su bolso, salió de la biblioteca.

Lesath tomó asiento en el lugar que el había dejado, mareandose un poco con el olor refrescante de la colonia de Malfoy.

Estaba siendo una ridícula al tomarle mucha importancia a comentarios que ni ella misma creía, pero en su momento le dolió el escucharlo después de haber visto tanta insistencia en Malfoy.

Pensó en darle la razón a Malfoy y en dudar de Daphne.

Así que después de terminar sus tareas, y si se llegaba a encontrar al rubio por el colegio ella iría con el a tratar de entablar una conversación.

• • •

—Dracu— le habló Daphne al rubio que iba entrando a las mazmorras.

El caminó mirándola con enojo.

—¿Podrías decirme dónde estuviste todo este tiempo? — preguntó ella.

—Tenemos que hablar— diciendo esto, los chicos que estaban en la misma mesa que ella se marcharon.

—¿Que pasó?

—Paso que estás tomandote atribuciones y estás confundiendo las cosas.

—No sé de qué hablas.— dijo nerviosa.

—Yo puedo tener amigas, yo puedo besar otras chicas, yo puedo salir con quién se me de la gana— soltó sin más.

—Pero, estás siendo cruel conmigo, Draco— lo acarició del rostro— tu me prometiste...

—No Daph, no prometí nada, tú fuiste la que me dijo que lo prometiera pero en ningún momento acepté, solo callé para no hacerse sentir mal.

—Eres un estúpido, eres un estúpido— empezó a pellizcar sus manos de nervios mirándolo con enojo.

—Te quiero porque eres mi amiga, a ella igual la quería demasiado y sigue en mi corazón.

—No lo haces, porque si lo hicieras no pondrías a otros sobre mí.

Draco sabía que ella era experta en manipulación.

—No lo hago, lo que quiero decir es que no te metas en mis asuntos.

—Pero tengo que hacerlo,

—No no tienes, y es mejor que me vaya, no son antes recordarte que si vuelves a decirle a otra persona cosas en mi nombre, harás que sienta menos respeto por ti.

Draco se marchó hacia su habitación, soltando todo el aire que había acumulado en sus pulmones.

Pelear con Daphne era algo que jamás se había imaginado, pero no solo era por Lesath; si el dejaba pasar ese asunto le daría paso a ella a hacerlo con los demás.

Molesto se dirigió al baño de perfectos a tomar un baño relajante, el día había Sido demasiado pesado para el.

Molesto se dirigió al baño de perfectos a tomar un baño relajante, el día había Sido demasiado pesado para el

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