The Painter

1 de mayo de 1998

Había estado despierta toda la madrugada, maravillándose del hermoso color carmesí que recorría la longitud de su dedo índice. Había pasado un tiempo desde que se cortó la punta del dedo con una astilla de su pincel, y como resultado apareció una hermosa gota de sangre; pero cuando decidió que quería incorporar este tono a su nueva paleta, ya era demasiado tarde, ya que la sangre de su dedo se secó a los pocos minutos. A la mañana siguiente, empeñada en conseguirlo, visitó todas las tiendas de arte que conocía en la ciudad, pero en ninguna encontró la tonalidad que buscaba. Decepcionada, dejó de buscar. 

Mientras estaba en el taller, comenzó a pintar en un lienzo nuevo, esta vez quería mostrar la escena por la que pasó la noche anterior. Con pasión, dejó bailar el pincel sobre la piel blanca del lienzo, mientras reía con alegría al recordar el hermoso color que recorrió sus dedos horas atrás. Pero la alegría de la chica duró poco, supo que estaba jodida cuando vió entrar a un gran grupo de chicas que no parecían nada amigables. Juntas vertieron pintura sobre su cabeza, luego rompieron el lienzo en pedazos, lo que la asustó y la confundió. Las chicas salieron victoriosas y abandonaron el lugar, pero pronto se encontraron con un profesor que las reprendió severamente.

Al día siguiente, se armó de valor y se enfrentó al líder del grupo después de la escuela. A partir de ese día, sus amigos nunca más la volvieron a ver y decidieron buscar a quien la vió por última vez. Como de costumbre, la encontraron en el estudio terminando un nuevo trabajo, pero cuando entraron, el olor que provenía de la pintura las sorprendió.

La niña les dijo con una sonrisa siniestra:
"Finalmente encontré la pintura que realmente quería, ¿te gustaría verla?"

Las otras se horrorizaron al ver pedazos de carne y cabello en la pintura de la niña. 

¿Es realmente pintura?