Cerré mis ojos y recordé el momento en el que la encontré.

Su cuerpo estaba tirado a escasos centímetros de los lavabos. En el suelo de marmol había un gran charco de sangre, todo provenía de la cabeza de Nastya. Alguien la había golpeado en el cráneo. Sus ojos estaban abiertos y respiraba pausadamente, tan pronto mis ojos se encontraron con los suyos me cubrí la boca con una de mis manos y corrí hacia ella. La tome en mis brazos mientras notaba como su respiración era más lenta. Sus ojos estaban perdidos en algún lugar, su cabello estaba empapado y parecía intentar hablar pero simplemente no podía. Ella con dificultad colocó su mano sobre mi mejilla mientras seguía intentado hablar.

Entonces una voz me saco de mis recuerdos.

— ¿Lyham?

Escuche como la puerta del baño se abría, ante la sorpresa me cubrí rápidamente.

— Te dije que no sigas abriendo mi puerta sin avisarme Jason.

Él sonrió.

— Tengo suerte de poder abrir tu puerta con mi tarjeta.

Yo solo guarde silencio.

Jason me comía con la mirada mientras yo seguía tomando la ducha. Intenté evitar el hecho de que el estuviese ahí pero tan pronto baje la guardia el estaba detrás mío, mientras su camisa y pantalones se empapaban.

Jason cerró la puerta de cristal de la ducha y me miró a los ojos.

— Si quieres llorar, solo llora Fernsby.

Ante sus palabras no pude sostener las lágrimas. Todo había pasado tan rápido, que simplemente olvide llorar y desahogarme por todo lo que había visto en un solo día.

Jason se acercó a mí y me abrazo fuertemente.

— Desahoga toda esa desesperacion cariño. — mencionó — Estoy aquí, siempre estaré aquí.

— Ella está muerta Jason. —respondí con la voz quebrada — Esta muerta.

Jason acaricio suavemente mi mejilla.

— Me quedaré contigo esta noche. — colocó un beso sobre mi frente. — Todo estará bien Lyham.

                                                                           o • o

Una pesadilla me despertó de mi profundo sueño.

Me levante de la pequeña cama individual que compartía esa noche con Jason.

El dormía tranquilamente, su cabello rubio estaba despeinado y llevaba su torso desnudo, respiraba pausadamente y el hecho de tenerlo tan cerca me daba calor. 

Camine hacia el balcón y abrí la puerta corrediza y después salir. La fresca brisa choco mi rostro mientras algunas lágrimas se resbalaban por mi mejilla. Estaba realmente frustrada y sobretodo triste.

Nastya nunca fue una amiga muy cercana a mí, pero llegue a conocerla un poco. Solíamos hablar durante el recreo y además era parte del equipo del comité estudiantil. Era difícil creer que ya no la vería por los pasillos con esa agradable sonrisa que siempre llevaba.

Me recargue sobre el barandal y mientras estaba sumida en mis pensamientos note algo en el jardín, o más bien a alguien.

Su rostro no podía verse ya que llevaba una máscara muy singular. 

Una máscara de un conejito sonriente.

Aquel desconocido iba completamente de negro, era imposible reconocerlo. Me aleje del barandal del balcón con la mirada bien puesta en ese extraño sujeto. Escuche como mi corazón latía velozmente y en eso, sentí como alguien colocaba su mano sobre mi hombro.

Casi me desmayé del susto.

Me giré rápidamente y para mí buena suerte, la persona que estaba detrás mío era Jason.

Aún estaba con su torso desnudo y llevaba unos pantalones negros.

Me miró y luego sonrió sin despegar los labios.

— ¿Estás bien? Parece que viste a un monstruo.

— H-Hay alguien en el jardín ... — regrese a ver el jardín.

Jason se acercó lentamente y luego se dirigió a mi otra ves.

— Tu mente está jugando contigo Lyham, ahí no hay nadie. — afirmó — Estas cansada, vayamos a descansar.

Jason me rodeo y regreso a la habitación, mi corazón latia más despacio, tal ves mi mente me jugaba cosas, ya que de verdad estaba muy cansada.

Para asegurarme regrese la mirada al jardín, y casi me da un paro cardiaco cuando lo vi.

Me miraba fijamente detrás de esa máscara perturbadora.

El desconocido estaba otra ves ahí.




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