Una pareja 𝒑𝒆𝒄𝒖𝒍𝒊𝒂𝒓 en el baile de Navidad. ~ Grindeldore

Escuelas Mágicas

Una mirada bicolor atrapó sus ojos, por dios...

Un hermoso chico de cabello rubio y piel fría le miró atentamente, no movía sus ojos de los suyos, no logró identificar los colores de estos por la lejanía más juraba que su respiración se atascó al igual que el latido fuerte en su pecho. No supo cuánto tiempo duró esa mirada, pero se sintió como una eternidad.

Nunca había observado una mirada con ojos tan bonitos.

Apretó sus párpados intentando recordar su visión, tratando que volviera a pasearse por su cabeza aquello que hace un par de días no dejaba de analizar.

Tenía visiones desde pequeño, no las entendía en absoluto y llegaron a asustarle en algún punto, primero llegó a creer que estaba soñando despierto y no le molesto, más se escandalizó cuando uno de esos "sueños" se hizo realidad, ahí fue corriendo a brazos de su madre que con algo de frialdad y distancia le explicó que podían ser visiones del futuro, que a algunos pocos magos les pasaba y que debía apreciar se regalo de merlín pues era un don muy poco visto.

Trató de aceptarlo y preparar a su mente para aquello, pues cuando busco ayuda en su padre este le cortó con un "Estoy muy ocupado, Gellert. Hay mucho trabajo, ve a jugar, quieres?" No le extrañó, sus padres trabajaban mucho y por eso mismo podía tener los juguetes que quisiera, eso lo sabía, pero no quitaba que doliera.

Aprendió un poco de ellas con el paso del tiempo, comprendía que solamente eran pequeñas referencias a algo que vería más adelante, podía ser pronto o podría durar más tiempo, aunque usualmente era pronto.

Así que cuando ciertos ojos azules y cabello pelirrojo pasaron por sus ojos mientras leía un libro en la biblioteca, no pudo dejar de preguntarse de quién se trataba, en su escuela no había nadie con esas características. Al menos no había visto a nadie. Una idea pasó por su cabeza cuando su profesor favorito, el de Artes oscuras, le avisó a el y otro compañero que fueron elegidos para visitar Hogwarts, la escuela mágica de Inglaterra. La más antigua y conocida en el mundo.

Pensó que quizá allí conocería a alguien con esas virtudes físicas, pero más le intrigó cuando hace pocos días había visto algo más, algo que le desconcertó... esos hermosos ojos azules observandole atentamente y muy cerca de su rostro. Esa vez los vió más cerca, tan cerca que pudo notar como las pestañas de este ser eran rizadas pelirrojas, incluso pudo ver unas cuantas pecas en la piel clara. Desde ese día no pudo dejar de pensarlo, esto era algo curioso en el. Siempre había analizado sus visiones para poder descubrir pistas y prever lo que pasaría, más nunca había visto directamente a alguien.

Menos a alguien con ojos y cabello tan hermosos. Llamó completamente su atención el color de estas características, era peculiar y bonito, le gustaba. Nunca había sentido algo más que atracción y claro que había tenido a un par de personas así de cerca, aunque nadie le había mirado de esa forma, así que no pudo deducir el significado de la extraña sensación en su pecho.