Makoto Naegi En El Laberinto Multiversal

Mi Aventura Multiversal adolescente esta mal como esperaba

Oscuridad.

Si había una palabra, para describir la situación actual de Naegi, sería la tenebrosa y tensa oscuridad que lo rodeaba.

Un vacío absoluto de oscuridad que parecía no tener fin.

-¿Qué pasó? - Recuperando la consciencia, el desafortunado castaño lo único que pudo discernir fue el frío vacío en el que se encontraba flotando. -¿Dónde... estoy?

Experimento, máquina, las chicas, explosión..

Fue entonces cuando las palabras a poco comenzaron a llegar a el y finalmente recordó lo sucedido.

-Ah... entonces estoy muerto...-Fue la única conclusión lógica a la que podía llegar.

Ciertamente eso explicaba todo y aunque una parte de el se sentía en shock, simplemente aceptó resignado el hecho de que su vida había terminado.

"Mama, papá, Komaru...lo siento por adelantarme"

Fue el pensamiento del chico. Esperaba que superarán su muerte, sobretodo Komaru, su hermana era muy apegada a el y no se perdonaría nunca el daño que le causará saber lo que le pasó.

Por otra parte esperaba que las chicas hayan sobrevivido a la explosión.

Conociendo la mala suerte que tenía, lo más probable es que el haya sido la única baja del accidente.

Viendo el lado positivo de las cosas eso tenía que ser bueno, ¿No?

Además, al menos tuvo una muerte indolora ya que no recuerda nada luego de la explosión.

Pudo haber sido peor, pudo haber muerto en un incendio, ahogado o siendo torturado por un loco sádico amante de la desesperación.

Un escalofrío recorrió su espalda ante ese pensamiento tan pesimista, ¿Seguramente se le habían pegado un poco las manías de Junko, no?

Sacudió la cabeza, eso ya no importaba de todas formas, lo único que podía hacer es observar el negro eterno que lo rodeaba.

¿Acaso era esto por lo que pasaban todas las personas que morían?

¿Que seguirá después?

Quizá esto era el purgatorio y estaba a la espera de su declaración de cuentas.

O quizá estaban por purgar su alma para la próxima reencarnación.

Mentira si dijera que no tenía curiosidad cuando estaba vivo sobre lo que pasaba después de la muerte.

Bueno, parece que pronto lo descubriría.

Y mientras pensaba aquello, un destello de luz apareció en medio de la nada mientras que poco a poco iba creciendo hasta iluminar gran parte del vacío.

"Bueno supongo llegó mi momento... familia, amigos, cuidense..."

Fue el último pensamiento de Makoto antes de ser tragado por la luz.

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Bip bip bip bip

El sonido de un despertador llegó a los oídos de Makoto quien inmediatamente abrió los ojos y lo primero que vio fue lo que parecía ser el techo de una recamara.

Un gran dolor de cabeza lo azotó obligándolo a sentarse para agarrarla con ambas manos.

¡Ahgg!

Se dió masaje en las Sienes para calmar el dolor intenso que sintió.

Fue como si una centena de camiones hubieran pasado encima de su cráneo, ciertamente una sensación para nada bonita.