MANIFESTO CONTRA LA INDUSTRIA PORNO

MANIFIESTO DEL PARTIDO HEDONISTA

MANIFIESTO DEL PARTIDO HEDONISTA

CONTRA EL PORNO.

Noviembre 05 de 1920.

RESUMEN DE TODA NUESTRA OBRA

Se le recomienda a la sociedad no perseguir más el progreso, la trascendencia ni el crecimiento económico sino la felicidad sexual porque el sexo ofrece más felicidad para el ser humano que el dinero y que la búsqueda de grandeza. De hecho, las persecuciones de dinero, amor y grandeza sólo son deseos sexuales, reprimidos, disimulados o modificados. Esa es la naturaleza humana, le duela a quien le duela. Esta es una traducción de la clásica propuesta de Aristipo de Cirene, el fundador del hedonismo antiguo, cuyo pensamiento ha sido olvidado para ser rescatado de nuevo por sus hijos. En suma, invitamos a recordar el deber de interrumpir el cientificismo y la ilusión del crecimiento económico. Se recomienda simplemente ofrecer una Renta Básica Universal en virtud de la cual todas las personas resuelvan sus necesidades básicas de alimento, abrigo y trasporte para así tener un poco de ataraxía o tranquilidad para dedicarse a la contemplación y a sus libres actividades personales. Si la Renta Básica no funciona del todo sugerimos que se busquen soluciones minimalistas similares. Se recomienda desestimar el sueño económico, se recomienda escuchar el deber ético de combatir y desmontar el mito del progreso y el trabajo duro, y simplemente enfocar la sociedad en garantizar de manera material una felicidad sexual pragmática, física y total para todos con la mayor seguridad médica posible. El único deber ético que cada ser humano tiene consigo mismo y con sus hermanos es cooperar en la felicidad sexual real y directa de todos, eliminando la ilusión del porno industrial porque la pornografía como empresa coarta al sexo, es decir, lo reprime porque no ofrece sexo real sino indirecto, imágenes sin contacto físico y personal. Condenamos al porno, lo combatimos y lo despreciamos tanto como amamos al sexo y al placer. Condenamos al porno porque amamos al sexo pues el porno es la prohibición del sexo, aunque aparente ser todo lo contrario.

Bajo este orden de ideas, se recomienda actualizar el deber cívico de profesionalizar la prostitución, sacándola de la clandestinidad y dignificándola como la carrera profesional e industrial más importante para la felicidad y el bienestar de la sociedad.

Esta tesis no es una obligación, ni es el inevitable destino de la historia, no creemos en el progreso ni la evolución. Simplemente se trata de una recomendación. En realidad, la Naturaleza es quien dirige el devenir de la humanidad y no el libre albedrío humano que no existe, y la naturaleza es hedonista ella misma. Esta es una tesis bastante sencilla.

Estamos proponiendo y recordando la tercera teoría política, hostil al marxismo y al capitalismo por igual, la tercera opción verdaderamente independiente: el hedonismo ético.

El porno como discurso de poder e ideología de la opresión.

A través de este manifiesto estamos por declarar la guerra a muerte a la industria de la pornografía. A muerte, así es, a muerte en el sentido epistémico de que el porno se trata del asesinato mismo de la vida, de modo que, como consecuencia necesaria de eso, todo esfuerzo por superarlo y anularlo en aras de poner por encima suyo algo mejor se trata, como la medicina, de una lucha contra la muerte misma como lo demostraremos en este manifiesto.

Muchos podrán pensar que el porno industrial realizado por modelos humanos catalogados y seleccionados es algo parecido o igual a ver un partido de fútbol o unos inocuos dibujos animados. Simple sería entretenimiento, un simple trabajo. Esa es una mentira que contradice toda lógica y podemos demostrarlo. El problema de los que piensan así que no han llegado a tener ninguna noticia de Epicuro y de la diferencia entre felicidad natural y felicidades no naturales y felicidades no necesarias. La felicidad se relaciona con necesidades. Existe un binomio felicidad/necesidad. La felicidad absoluta es la ausencia de necesidades, esto es, existir por la propia necesidad de sí, esa es la felicidad de la Naturaleza.