La menor de los Diggory (Draco Malfoy y tú ) Terminada ✅

~7~

Maratón:7/9

Cuándo al día siguiente Harry, Ron y yo nos sentamos en la mesa de Gryffindor, dirigí mi mirada hacia la mesa de Slytherin. 

Ahí vi la impactada mirada de Malfoy al vernos en nuestra mesa, cansados pero muy alegres. 

En realidad, los tres habíamos pensado que el encuentro con el perro de tres cabezas había sido una excelente aventura, y estábamos preparados mentalmente para otra igual. 

*Esa adrenalina.... dios.* 

Mientras tanto, Harry nos habló del paquete que había sido llevado de Gringotts a Hogwarts y nos pasamos largo rato preguntándonos qué podía ser aquello para necesitar tal protección. 

-O es muy valioso, o muy peligroso.- deduje yo. 

-O ambas.- opinó Harry.

Lo único que sabíamos con seguridad del misterioso objeto era que tenía unos cinco centímetros de largo. 

Neville no demostró tener en menor interés en lo que había debajo del perro y la trampilla.

Es más, lo único que le importaba al chico era no volver a acercarse nunca más al animal.

Hermione fingía no tener interés, aunque, por la noche, estuvimos hablando largo y tendido sobre posibles teorías.

Ahí fue cuando conocí a una versión de Hermione que adoré, ahí fue cuando logré entenderla.

Si, nos hicimos amigas. 

*Hermione Granger y Dafne Diggory como amigas, ¿quien lo diría?*

(...)

Lo que realmente deseábamos ,incluida Hermione, era poder vengarnos de Malfoy y, para gran suerte, esa posibilidad llegó una semana más tarde, por correo.

Mientras las lechuzas volaban por el Gran Comedor, como de costumbre, la atención se fijó de inmediato en dos paquetes largos y delgados, que cargabas 12 lechuzas blancas, seis por paquete.

Yo estaba tan interesada como los demás por el contenido y me sorprendí mucho cuando las lechuzas bajaron y dejaron los paquetes frente a Harry y frente a mí.

En mi paquete, había una nota adjuntada, que no dudé en abrir.

NO ABRAS EL PAQUETE EN LA MESA. Contiene tu nue­va Nimbus 2.000, pero no quiero que todos sepan que te han comprado una escoba, porque también querrán una. Oliver Wood te esperará esta noche en el campo de quidditch a las siete, para tu primera sesión de entrenamiento.

Profesora McGonagall 

Mis manos sujetaban con nerviosismo la carta.

Harry tenía la misma expresión que yo, la de ocultar una felicidad inmensa.

*Una nimbus 2.000...¿Para alguien que con mucha probabilidad no va a jugar? Me deben de tener mucho aprecio y cariño.* 

-¡Una Nimbus 2.000! Yo nunca he tocado ninguna.- gimió Ron con envidia, mientras le tendíamos las cartas.

Los tres salimos abruptamente del comedor para abrir el paquete en privado, antes de la primera clase.

A mitad del camino, nos encontramos con Crabble y Goyle, que nos cerraban el paso.

Malfoy le quitó el paquete a Harry y lo examinó. 

-Es una escoba. Dos escobas. Debes sentirte muy afortunado, Weasley. Nadie de tu familia tiene ni tendrá una, así que deléitate con la de tu amigo.- dijo Malfoy con la clara intención de humillar a mi familia.