— Pero creo que podemos entrar primero en confianza, bueno,mi nombre ya lo sabes Naruto Uzumaki, tengo 25 años... Mi esposa, bueno la que era mi prometida, se fue el día que dió a luz así que soy padre soltero prácticamente desde que nació Bolt, soy hijo único, aunque tengo una amiga del trabajo quizá se aparezca de vez en cuando por aquí, mi título dice que soy contador , aunque en realidad soy el gerente de una empresa así que muchas veces saldré tarde del trabajo — Guardó silencio unos segundos — Creo que eso es todo.

Espero un poco antes de escuchar la voz del azabache.

— Por mi ficha creo que ya sabe mi nombre, Sasuke Uchiha, tengo 21 años, tengo un hermano mayor, mi madre falleció cuando yo tenia 5 años, yo... La verdad es que no termine la universidad ya que me embaracé cuando tenía 18 años, mi novio de ese entonces terminó conmigo cuando supo que estaba en cinta,  mi padre se molestó por eso y para evitar problemas me fui de la casa, así que solamente he tenido empleos pequeños, fui cajero en un supermercado, mesero, vendedor en una tienda de ropa,y creo que este puede ser el mejor trabajo que he tenido hasta la fecha — dijo ayudando a sacar las cosas de la caja que tenía el rubio.

La verdad es que Naruto se quedó sin habla,no sabía que decir , quizá por eso es que tenía ese gesto de indiferencia, pero no quería sacar conclusiones.

— Y vives en ese complejo de departamentos — termino el rubio tratando de hacer el ambiente más llevadero.

— Si eso se puede llamar departamento, hace poco se metieron a robar cuando yo estaba dormido, menos mal que no entraron a la habitación — murmuró como si eso fuera algo cotidiano — La verdad es que odio vivir ahí pero, era lo único que podía pagar con el salario que tenía.

— Ya sé — el rubio dejo las cosas en el suelo y tomó la mano de Sasuke — ¿Porque no se vienen aquí? — sugirió mirando a los ojos al azabache.

— ¿Qué? — dijo algo confundido.

— Sí, pueden venir a vivir aquí, si vives aquí, no gastarías en ir y venir todos los días, sería como tú casa tteba — de verdad es que quería ayudarlo, no le gustó para nada haber visto el edificio en el que vivía, claramente parecía que esa cosa iba a ser demolida en cualquier momento.

— Pero no quiero molestar con eso — aclaró tratando de comprender la situación en la que ahora estaba.

— No molestarías, mira te ofrezco algo ¿Porque no eres niñero de Bolt de casi tiempo completo? — seguia sin soltar la mano de Sasuke haciendo que este comenzará a pensar en la propuesta.

— Supongo que estaría bien — tardó un poco en decidirse por la respuesta, pero pensando bien, el rubio tenía razón, no gastaríaa dinero en taxi cada día y prácticamente viviría en el trabajo.

— De acuerdo, ¿Te gustaría quedarte desde hoy? — pregunto soltando su mano de poco empezando a acomoda las cosas que sacaba Sasuke.

— ¿De verdad? — preguntó con un pequeño deje de emoción en su voz, como si no de lo creyera — Pues sí, si me gustaría aunque mis cosas están en el departamento — murmuró pensativo, tampoco es como que tuviera mucho, al menos no desde que se metieron a robar, solo cosas personales era lo que tenía.

— No hay problema, cuando se despierte tu pequeña podemos ir por tus cosas y traerlas, no hay problema — sugirió Naruto tratando de hacer amena la decisión del azabache.

Quizá con esa simple acción había descubierto algo nuevo del niñero de su hijo, pero maldición, no podía dejar de pensar que era demasiado lindo, hace mucho que se negó a qué alguien le volviera a gustar, y parecía que no le iba a funcionar, pero de cierta manera su cara le resultaba familiar de alguna parte, solo no sabía de dónde exactamente.

Se quedaron la mayor parte de la mañana sacando y acomodando las cosas de la caja, parece que eran las pizzas de una bicicleta pequeña, quizá luego lo armarían entre los dos cuando Naruto prácticamente arrastró al azabache a uno de los cuartos vacíos que tenía la casa.

— Puedes quedarte en ese, claro que hay más cuartos pero este es grande, aquí puedes estar con tu niña sin problemas tteba — hizo que Sasuke entrara para verlo  con detalle — Quizá está algo polvoriento pero no hay problema puedo limpiarlo.

— Me gusta, aunque puedo limpiarlo yo si no importa, después de todo aquí me quedaré no quiero abusar — meneo la mano en una seña para que no se preocupara.

— Que molestia ni que nada, mejor limpiamos entre ambos — sonrió caminando hacia el piso de abajo,dejando a un Sasuke confundido, regresando momentos después con un par de cosas de limpieza.

Ambos comenzaron a limpiar y aunque no hablaban no se sentía un ambiente pesado.

Cuando terminaron sacaron por lo menos unas tres bolsas con basura pero de qué la habitación relucía, lo hacía y muy bien.

— Ya es hora de ir por Boruto — murmuró él azabache mirando su teléfono, siendo ahora el quien tomaba la mano del rubio, pero antes fue por su pequeña que apenas despertaba.

— Ya nos vamos a la escuela cielo — le susurro tomándola en brazos — Nos vamos a venir a vivir aquí — dijo contra su cachetito bajando las escaleras para ir al auto donde lo esperaba el rubio.

— Creo que podemos ir una vez por tus cosas luego de que vayamos por Bolt ¿Te parece bien? — preguntó el rubio comenzando a manejar, ni siquiera sabía porque seguía usando el auto, la escuela no estaba a más de diez minutos caminando.

— Si, está bien — respondió esperando llegar a la escuela.

Apenas Naruto se estacionó — Si quieres yo cuido aquí a la niña — mencionó a lo que Sasuke asintió y la acomodo en el asiento, seguido bajó del auto y caminó hacia el portón asomando la cabeza a ver si veía al pequeño rubiecito.

Le sonrió sutilmente cuando lo vio entre los demás niños, le dijo a la maestra encargada por quién iba y quién era y claro, le preguntaron a Boruto si era cierto, pero le resultó raro que el niño apenas salió lo abrazó de las piernas.

— Si viniste ttebasa — sonrió feliz caminando unos cuantos pasos por delante del azabache.

— ¿Te fue bien verdad? — preguntó abriendo la puerta del auto y acomodandolo en el asiento con el cinturón.

Hizo lo mismo y acomodó a Sarada en sus piernas mientras Naruto volvía a manejar, en dirección al complejo de departamentos.

El amor llegó a papáOnde histórias criam vida. Descubra agora