— Camilo que haces! — Suelta un leve quejido sacando la almohada de su cara.

— Deja de preocuparte tanto! No tienes que preocuparte por eso ahora, ellas se arreglaran, además tenía que sacarte ese ceño fruncido, en total nunca me ganaste en una pelea de almohada- — Deja de hablar cuando sintió un golpe de almohada en su cara, con una leve risa — Oh, ya verás!

Empezaron a pelearse con las almohadas como si fueran niños otra vez, eso hizo que los nervios que Tn tenía se fueran de apoco entre risas.

Ya agitados de tanta pelea Tn logro quedar sobre Camilo — Ja! Gane — Dice victoriosa.

— Sí que lo hiciste... — Con un tono entre risa y coqueto — Te sientes mejor? — Tn asiente ante esto con una mirada más calmada — Bien, porque veras como al final todo se resolverá sí? No te tienes que preocupar más... — Acomodándole un mechón de cabello detrás de la oreja.

Tn suelta un suspiro feliz entre los labios antes de acercarse para darse un beso.

— En verdad son unos melosos — Se separan colorados para ver quién era la voz burlona, era obvio que iba a ser Luna con una cara burlona.

No paso mucho tiempo más de eso antes que se fueran a dormir.

Gracias a esa conversación con Camilo, Tn pudo pasar el resto de la noche en paz y la gran mayoría del viaje al día siguiente.

Cada vez que en su mente tenía el pensamiento de como su familia reaccionaria a los Madrigal, volvía a la conversación con Camilo, no era su problema ahora este, esperaba que se aceptaran mutuamente, Los Cortázar estaban dispuestos a cambiar, al igual que los Madrigal, solo había que esperar como iban a ponerlo en juego eso.

El viaje de vuelta fue mucho más largo que el de ida, debido a que había más gente viajando y tenían que hacer más paradas. Pero por algo salieron más temprano, al paso que iban, iban a llegar por la noche casi.

Pasaron las horas y cada vez se acercaban al Encanto, Tn no tenía el mismo sentimiento de como cuando empezó el viaje, ahora estaba más relajada, su familia volvería a ocupar su antiguo hogar, eso le hacía tener una pregunta en su cabeza.

Donde viviría ella ahora? No quería dejar Casita, vivió ahí los últimos 6 años además que su cuarto y el de Camilo son uno ahora, eso haría que su decisión era quedarse con los Madrigal.

Los Cortázar tampoco le preguntaron sobre ello, probablemente no querían incomodar a Tn, ella asume que ellos asumieron que se iba a quedar con los Madrigal y no podían decir nada al respecto.

Para cuando llegaron al Encanto era de noche como dijeron que iba a pasar.

Los Cortázar estuvieron parados unos minutos antes de avanzar, seguro que se sentían abrumados por volver a su hogar de antes.

Llegando al lugar primero pasaron por la plaza, había algunas personas ahí aun, no era tan tarde, pero solo era gente que estaba charlando en la entrada de sus casas.

Algunos saludaban a los Cortázar con alegría y otros miraban con sorpresa a saber de su regreso.

— Tn! Camilo! — Escucharon a sus espaldas, cuando se giraron vieron a Mirabel quien venía corriendo — Bienvenidos otra vez!

— Mirabel! — Dice la pareja al mismo tiempo.

La chica miraba a los demás Cortázar quienes se detuvieron ante el llamado — En verdad vinieron todos! — Mira sorprendida hasta que sus ojos se posan en Sol, tragando un poco de saliva habla — A-abuela quiere hablar contigo — Dirigiendo su voz hacia Sol.

La mujer mayor suelta un leve suspiro y asiente, no tiene una cara sorprendida, después de todo eso era un de las primeras cosas que ella quería hacer cuando llegaran ahí.

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